Descubren polímeros que pueden ser autónomos

Polímeros capaces de ser independientes gracias a los materiales. Se trata de una nueva clase que transforman de manera directa la luz ultravioleta en movimiento. Sin necesitar el uso de la electrónica, mecánica, ni algún medio convencional. 

Problemas con los robots miniaturizados

Existen inconvenientes al desarrollar robots miniaturizados y blandos como la necesidad de la fuente de energía interna. Esto supondría la correcta proporción energía y peso para que pueda moverse de manera eficaz. Un equipo internacional el cual involucra a los profesionales de la Universidad Inha en Corea del Sur, la de Pittsburgh en los Estados Unidos y el Laboratorio de Investigaciones de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, lograrían haber llegado a una respuesta a ese inconveniente debido a que sus trabajos involucran a los mencionados polímeros.

El equipo carga en sus filas a M. Ravi Shankar, procedente de la Universidad de Pittsburgh, y cuenta también con Jeong Jae Wie, procedente de la Universidad Inha. Cada experimento fue llevado a cabo gracias a la Base de la Fuerza Aérea de Wright-Patterson, estando en el mando de Timothy J. White.

Se involucraron también en el manejo de fuentes de la energía ambiental, ya sean los campos magnéticos, las vibraciones acústicas. Como también el calor y cada variación en la temperatura con el fin de impedir el agregarle al vehículo alguna estructura inductora de desplazamiento. No obstante, Shankar piensa que la luz es una alternativa más seductora gracias a la alta velocidad y otros beneficios.

Problemas al momento de gestión

Regular cada exposición a lo que es la luz ultravioleta le deja al mismo tiempo poder gestionar cada movimiento hecho por el objeto. Todo ello sin utilizar alguna fuente energética ajena al material acoplado a ese. Un robot creado en mayor parte por ese tipo de polímero se consigue que el mismo material sea el motor. No existe alguna pieza o mecanismo anexa que le aumentase el peso y por ello limitarían la movilidad y, en conclusión, la eficiencia en la locomoción.

Cada estudio no logra que el polímero consiga moverse en la dirección anhelada. Más bien hicieron que pasaran por medio de una rampa de cristal teniendo un ángulo inclinado a 15 grados. Si bien cada tira plana de polímero se nota realmente diminuta (se a próxima a 15 milímetros de largo y 1,25 milímetros de ancho) logra moverse a una velocidad de muchos milímetros por segundo en el momento que cogen la luz necesaria.

Cada movimiento de los objetos de ese tipo logra ser permanente, siempre y cuando el componente siga estando iluminado.