Un proceso de producción se refiere a un conjunto de actividades específicas por medio de las cuales varios factores productivos llegan a transformarse en productos tangibles. Dichas transformaciones generan valor agregado a la organización. Desarrollan una productividad acorde al planteamiento de metas. Además, es un conjunto de tareas sucesivas que se llevan a cabo para la elaboración de un determinado producto. Todo este proceso de transformación, debe estar orientado a la satisfacción del cliente y a la mejora continua.
Se deben implementar estrategias o herramientas adecuadas para garantizar el aseguramiento de la calidad y la conformidad por parte del cliente. Debe promoverse un ambiente de aprendizaje y motivación para que se logren los resultados de forma efectiva sin reflejar ningún tipo de percance. En caso de que se presente algún problema, se debe apoyar al equipo de trabajo a determinar la opción más viable para la solución del mismo.
Proceso de producción
Los procesos están constituidos por tareas, flujos y almacenamiento. Las tareas pueden clasificarse en:
Esenciales: son transformaciones que cambian características físicas o químicas de los materiales.
Auxiliares: son transformaciones que complementan aquellas esenciales. Además, aunque no son imprescindibles, son necesarias dentro del proceso.
De apoyo: se enfocan en hacer operativo el proceso.
Superfluas: son acciones que ocurren irregularmente donde se requieren actuaciones que no añaden valor al producto. Son acciones correctivas de máquinas y otros equipos.
Un flujo es una secuencia que sigue el material desde su recepción hasta ser almacenado en productos terminados. Además, esto ocurre cuando los materiales son trasladados de una tarea a otra o al almacén. Para la producción de un determinado servicio o producto, se requiere de flujos de información completos para optimizar todas las actividades.
También se requiere, que se promuevan las responsabilidades adecuadas para ejecutar acciones oportunas de acuerdo a la actividad correspondiente. La última actividad de cualquier proceso de producción es el almacenamiento.
