Samsung recientemente presentó The Wall, un televisor de 146 pulgadas con tecnología de empleo modular. Este es, en apariencia, una pared por su espesor casi intangible. Además, le accede al usuario disminuir o ampliar la pantalla a agrado sin que se estropee la calidad de la imagen. Conjuntamente, posee inteligencia artificial integrada, lo que permite convertir un contenido de baja calidad a una resolución 8K.
Actualmente esta tecnología en evolución ha alcanzado al consumidor con el modelo “The Wall”. Merece la pena revelar más sobre esta tecnología que puede terminar con las pantallas OLED a largo plazo.
Presentación de un televisor que aparenta ser una pared, y para comprender por qué MicroLED es tan transcendental, precisamos un estudio rápido de cómo trabajan los televisores en la actualidad
Lo que conocemos como televisores LED son ciertamente paneles LCD con un cúmulo de luces LED atrás. Las pantallas LCD no logran hacer su propia luz. Por ello, es preciso hacer brillar la luz atrás de ellas para conseguir una imagen.
De esta manera, lo que más emociona de estas pantallas MicroLED es que además son pantallas de emisión, pero a discrepancia de las OLED, no penden de compuestos orgánicos para generar luz.
Teóricamente, un televisor con MicroLED debería brindar negros perfectos, inigualable color y una visión aproximadamente nítida fuera de ángulo. Debería ser inclusive más brillante, muy delgada, exento a las quemaduras y, menos costosa de elaborar.
Si bien MicroLED se percibe muy bien en teoría, quedará esperar a ver si contenderá con OLED en la práctica. Las primeras opiniones sobre la calidad de la imagen son mayormente positivas.
La calidad de la imagen en el nuevo televisor Samsung fue considerablemente sorprendente. Con los negros profundos, el color ultra vibrante y la superior visualización fuera de ángulo que se reproduce fielmente como esperábamos.
(También puedes leer: Samsung sigue apostando por Televisores de alta calidad)
