Lo que en un principio comenzó con una simple ayuda internacional. Teniendo al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) con la finalidad de crear una silla especial. Se trata de un vehículo robótico Palmiber, el cual acabó por aceptar el reto de optimizar y hacer un prototipo perfecto del vehículo. Todo con el objetivo de ayudar a los menores que poseen parálisis cerebral.
Posible alternativa para los niños con parálisis cerebral
Inclusive, se trató de un trabajo de ErgoTEC el cual ya posee con los planos de una versión optimizada para elaborar un segundo prototipo. Uno que sea más optimizado en cuanto a la necesidad de los niños.
Fue en 2015 que los ingenieros costarricenses comenzaron con el diseño del asiento para dicho vehículo robótico. Sin embargo, se dieron cuenta de la complejidad de éste. Por ello, no se pudo completar el plan evitando que el CSIC enviase un vehículo para realizar pruebas. De allí surgió la iniciativa de crear un carro propio.
“Se hicieron algunos ajustes, no únicamente se tomarán los que ya tenían, sino que, además, se han adaptado. Se ajustaron para poder adaptarlos al soporte postural que se crea”, señala Olga Sánchez, quien es investigadora de ErgoTEC en Costa Rica.
En España se logró crear un sistema de gestión donde los algoritmos le dejan leer entre cada movimiento voluntario e involuntario. Todos pertenecientes a los niños que poseen parálisis cerebral.
Fue en Costa Rica que se consiguió un rediseño del vehículo y se optimizó su sistema de gestión. Se tomó como fundamento lo que el CSIC había logrado.
Ya se había creado un prototipo el cual se probó con pacientes de la Escuela de Enseñanza Especial Carlos Luis Valle. Dicha escuela se encuentra ubicada en Oreamuno de Cartago.
“Se modificó el diseño del vehículo con la finalidad de que los niños lograsen sentirse más cómodos. Conjuntamente, logramos hacerle otros ajustes para que lo pudiesen controlar de una forma más cómoda”. Señala Luis Carlos Araya, ingeniero y coordinador del proyecto.
