En la actualidad, ni por ser los mejores algoritmos de planificación han conseguido atravesar esa capacidad humana de solucionar inconvenientes. Por ello, los profesionales continúan intentando optimizarlos.
Con lo último que han intentado los investigadores pertenecientes al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Lo hicieron de una increíble forma: anexando a cada algoritmo la intuición humana.
Para eso, se codifico los métodos de planificación humanas con un gran rendimiento. De esa forma, se han podido transformar en legibles para cada una de las máquinas. Asimismo, se consiguió optimizar el rendimiento de los algoritmos de planificación pasando de 10% a 15%, así lo han señalado.
Inconvenientes con diferentes adversidades
Todos los individuos seleccionados como ejemplo, fueron personas que habían destacado en la planificación, programación y mejoramiento. Fueron un total de 36 estudiantes del MIT que estaban involucrados. Los métodos añadidos estaban constituidos de una manera algorítmica, embutida en máquinas para que esas arreglasen el inconveniente con distintos procedimientos.
Un proceso sencillo es, por ejemplo, “dado a un cierto número de aeropuertos, de aviones y de personas en cada aeropuerto con destinos concretos. ¿es factible poder planear vías de vuelo que le dejen a todos los pasajeros alcanzar el destino sin que algún avión vuele al mismo tiempo?”.
Se trata de una clase complicada de inconveniente por los números que traen. Éstos consisten en añadir parámetros números que sean flexibles. “¿Se puede desarrollar algún plan de vuelo que logre cumplir con las limitaciones del inconveniente original pero asimismo, minimizar el tiempo de vuelo e ingesta de combustible?”.
Terminando, los inconvenientes más complicados (esos inconvenientes temporales que agregan restricciones temporales a los problemas numéricos). “¿Se puede disminuir el tiempo de vuelo y la ingesta de combustible al mismo tiempo que se aseguran los aviones para que lleguen y salgan a horas determinadas?”.
Para esos inconvenientes, es el algoritmo el encargado de crear un pan. La calidad de cada plan se logra medir gracias a alguna “función de precio”. Es por la ecuación que mezcla el tiempo completo de vuelo y la ingesta completa de combustible.
