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Inteligencia Artificial en el ciclismo

Inteligencia Artificial en el ciclismo
Inteligencia Artificial en el ciclismo

Si eres ciclista, entérate de cómo la Inteligencia Artificial en el ciclismo te hará vivir mejor, siendo más veloz y previniendo accidentes.

Desde el siglo XVIII la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte y ejercicio que ha sido determinante en la vida de muchas personas.

Tanto por la movilidad que brinda, como por los ratos de ocio que disfrutamos, es un medio de locomoción que no pierde vigencia.

En este sentido, recientemente en España se ha puesto a prueba un sistema de alerta temprana que ayudará tanto a ciclistas como a automovilistas.

Y es que en las rutas alejadas de las zonas urbanas, donde no hay ciclovías, ambos corren riesgos a los que se les está prestando atención.

No en vano, en España se contabilizan cada año 70 ciclistas muertos, y más de 7.000 quedan heridos en las carreteras.

Es por esto que la bicicleta se considera un vehículo para vías secundarias, precisamente en las que no abunda la seguridad.

La Inteligencia Artificial en el ciclismo

En plena era de la Información la Inteligencia Artificial ofrece sus bondades a través del IoT con un sistema de aviso de riesgo en carretera.

Se trata de una solución que le brinda a los choferes la posibilidad de saber, de forma anticipada, si hay un obstáculo en la vía.

La cual ha sido específicamente diseñada para la interacción en carretera entre un carro y un ciclista, minimizando la probabilidad de una colisión.

Dicho sistema consta de cuatro elementos: un dron equipado con cámara para monitorear la vía y, segundo, una red móvil conectada al dron.

Aunado a esto, un servidor que procesa la información y, por último, la alerta temprana enviada por el servidor a los carros conectados al sistema.

En este sentido, el tiempo entre la detección del obstáculo y el envío de la alerta es vital, por lo que el proceso debe ser lo más inmediato posible.

Cabe destacar que esta rapidez es posible gracias a los avances de la conectividad entre redes móviles.

Por lo cual, dicha velocidad de transmisión recae en el servidor que soporta el sistema.

Del mismo modo, este servidor, conocido como Multi-Access Edge Computing (MEC) provee rapidez en comunicaciones críticas.

Aunado también, al hecho de que la transmisión y subida de datos es más rápida (menos retardos o latencias), y hay mayor capacidad de procesamiento.

Computación al borde y computación en la nube

El edge computing rompe con el concepto de lejanía que prevalece en el cloud computing, no habría que buscar un servidor en Alaska y esperar información de vuelta.

Asimismo, permite la multiplicación del número de servidores buscando cuál es el más próximo, y es la base de las nuevas redes 5G.

Sin embargo, con las actuales 4G se puede también desplegar, así que es una buena noticia para los países que aún no disponen de las nuevas redes.

Ahora bien, ¿cómo identifica el MEC si es un ciclista o una piedra en el camino? Eso se logra con un sistema de visión artificial que lo puede hacer. A través de la capacidad que tienen las máquinas de “aprender”, gracias a la IA, se logra que las máquinas se entrenen y sean precisas.

Lo que permite que un dron distinga un carro de un animal, y es especialmente útil en entornos urbanos de gran tráfico.

La transmisión de la Inteligencia Artificial en el ciclismo

Ahora bien, ¿Cómo llegan los datos desde el MEC hasta el vehiculo? Esto es posible gracias al Cellular Vehicle to Everything o conectividad C-V2X.

En este sentido, la red móvil presta apoyo para que el vehiculo se comunique con el MEC y le “responda”, otorgándole un sexto sentido para actuar.

Además, la respuesta la permite un Telematic Control Unit o TCU, una especie de teléfono incorporado al coche, que se conecta al MEC por medio de antenas.

De esta forma, si vamos por una carretera campestre y no vemos un obstáculo detrás de una curva, el TCU, incorporado al tablero, nos daría un aviso.

Este aviso sería una señal visual y acústica del tipo “Alerta, ciclista” o “Alerta, obstáculo” si hubiese un carro averiado más adelante.

Esto hace posible entonces que el carro se comunique con el entorno, hablando el mismo lenguaje de la red existente, gracias al C-V2X.

De esta forma se consideran las bases para los futuros carros autónomos que veremos en un tiempo cercano en las vías de todo el mundo.

Conclusiones

Todas estas bondades dan la posibilidad de lograr encarar la misión “Cero accidentes” que algunas instituciones ya están desarrollando.

Por lo cual, donde haya grandes extensiones de carreteras, este dron sería de gran utilidad en zonas en las que no sea posible desplegar un helicóptero.

En este sentido, las carreteras donde se concentra casi el 70% de los accidentes que involucran a ciclistas, estos drones son la solución para protegerlos.

Por lo pronto este sistema sigue en período de prueba, pero en un futuro sumamente cercano será una fantástica realidad.

Cabe destacar que, el objetivo es minimizar al máximo los accidentes donde los ciclistas sacan la peor parte, y será un hecho gracias a la movilidad conectada y a la Inteligencia Artificial.

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