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La ciencia y el estado anímico. ¿Cómo controlar el enojo?

Control emocional.

La ciencia y el estado anímico

Sabemos que las emociones en el cuerpo humano muchas veces pueden llegar a ser incontrolables; sin embargo, ¿Nos hemos preguntado alguna vez el por qué de esto?; o mejor aún, nos hemos preguntado, ¿Cómo controlar cierto tipo de emociones?

Si se tratase de un estado anímico de alegría o felicidad seguramente no habría razón aparente para controlarla o canalizarla, aunque exista un dicho que diga que “todo en exceso puede ser nocivo para nuestra salud.

Sin embargo, si se tratase del enojo, ¿Qué diríamos a esto?, es decir, ¿Lo quisiéramos aprender a controlar?.

Estos científicos han comprobado que el exceso de enojo, disgusto, rabia o impotencia en nuestro cuerpo, pueden llegar a ser realmente dañinos para nuestra salud; por lo que resulta interesante tomarnos enserio la pregunta de cómo controlar estos estados emocionales.

Por ésta razón, en el presente artículo se facilitaremos unos consejos rápidos y efectivos para ser unas personas emocionalmente inteligentes.

La ciencia y el estado anímico.

Estado anímico.

A continuación los siguientes consejos basados en información científica comprobada:

  • El primer paso consiste en una respiración profunda; paso que podríamos decir, es el más importante de la meditación; y esto se debe a que la respiración es aquella que puede llegar a controlar nuestras emociones.

Para esto sólo deberemos inhalar durante 3 segundos, manteniendo este aire por 3 segundos más, y finalmente exhalando contando otros últimos 3 segundos.

  • En el momento más cercano a la raíz de la molestia, tomate unos 5 minutos para alejarte de la situación; la razón de esto es poder calmarnos más rápidamente para luego meditar de manera más racional sobre el problema.
  • Por último, ingerir un vaso de agua durante el momento de molestia es sumamente eficaz; los científicos han comprobado que cuando nos encontramos sumamente irritados es porque a nuestro cerebro le hace falta oxigenarse para volver a su estado de reposo normal; por ésta razón, después de la meditación, tomar agua es la siguiente mejor opción que tenemos ante ésta situación.

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