Todos sabemos que con el avance de la tecnología, la ciencia también se adelanta a pasos agigantados en muchas áreas. Desde la Universidad de Minnesota tenemos un ejemplo bastante reciente. Se trata de lo que serían las primeras bases para poder crear dentro de poco un auténtico ojo biónico. Todo gracias a las posibilidades que nos ofrece la impresión en 3D.
Dichos cimientos no son más que un modesto sistema de receptores de luz que se han diseñado sobre una superficie similar a la del ojo. Las funciones del órgano sensorial se emularían, y con ello, pronto se podría tener una prótesis capaz de ayudar a las personas invidentes.
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El ojo biónico es apenas un comienzo
No fue un camino fácil, sino desafiante para los investigadores. Para empezar, tuvieron que encontrar la manera de imprimir receptores de luz dentro de una superficie que era esférica. Los receptores incluyeron dispositivos electrónicos que necesitaron depositarse cuidadosamente. De lo contrario, no ejercería su función.
Para ello, tomaron la idea de utilizar una impresora 3D personalizada por el equipo. A través de la misma, comenzaron a construir una base para los receptores hecha de una tinta con partículas de plata. El éxito resultó al darse cuenta que el producto se mantuvo estable sobre la superficie curva, en vez de correrse como algunos temían.
Este paso sirvió para adelantar el siguiente, en el que incluyeron materiales poliméricos semiconductores. Usando esto como compuesto, se tomaron la tarea de imprimir fotodiodos con la impresora 3D. Estos elementos sirven para convertir la luz que reciben en una corriente eléctrica.
Los investigadores quedaron satisfechos con el resultado. Todo el trabajo les llevó alrededor de una hora. Para cuando concluyeron, se dieron cuenta de que los fotodiodos cumplían su trabajo en alrededor de un 25%, hecho que significó un proceso. Se sienten bien encaminados hacia el resultado final de su proyecto, en el que de verdad pueda fabricarse un auténtico ojo biónico. El mismo que serviría como prótesis eficiente para aquellas personas que no tengan consigo el sentido de la vista.
Fuente: Universidad de Minnesota
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