España es hoy uno de los máximos líderes en la región en cuanto a instalación de energía solar. Tal es así, que para el año 2019, uno de cada cuatro GW de energía solar instalados en Europa, eran de nuestro país, incluyendo plantas de gran tamaño.
Este avance en materia de energías alternativas en nuestro país, se debe a un marco legal mucho más consciente y favorable. Uno que busca eliminar cualquier tipo de barreras o restricción administrativa, que prive a miles de empresas o familias, de introducirse en el mundo del autoconsumo. Hoy en día, incluso existe una serie de compensaciones y subvenciones para aumentar la demanda de esta iniciativa tan importante para la humanidad.
Por otro lado, cada día es más fácil acceder a este tipo de servicios, pudiendo incluso encontrar empresas que ofrecen placas solares en alquiler o la facilidad de compra financiada, bien sea por entidades bancarias o por las mismas empresas energéticas.
Lo cierto del caso, es que la energía solar se perfila como la mejor solución al actual problema mundial, por lo que su consumo de manera general debería ser considerada toda una obligación. En este artículo, queremos enseñarte todo lo que debes saber sobre la instalación solar de autoconsumo, desde cómo funciona, tipos, hasta sus ventajas y beneficios.
¿Qué es y cómo funciona el autoconsumo?
Los sistemas autoconsumo por lo general están integrados por paneles solares (aunque puede ser también de otra fuente) capaces de producir suficiente energía para que cualquier empresa, negocio o familia, pueda satisfacer sus demandas energéticas, sin necesidad de depender de fuentes externas.
El autoconsumo solar y fotovoltaico se destaca por cualquier otro sistema alternativo de producción energética, por su facilidad de instalación, y porque la energía producida es totalmente limpia y prácticamente “gratuita”.
Este tipo de instalaciones pueden integrarse casi en cualquier tipo de estructura o edificación; una pequeña vivienda unifamiliar, un bloque residencial, instituciones educativas, comercios e incluso, en almacenes industriales.
Por lo general, se instalan en el tejado de las estructuras para aprovechar el espacio, además de que es el lugar idóneo para recibir los rayos solares, pero también se pueden ubicar en otras zonas. Aunque siempre se recomienda que un especialista realice un análisis sobre la influencia solar en el lugar, para seleccionar el tamaño de la instalación, los materiales y nos guíe en cuanto a las ayudas y subvenciones presentes en la zona.
En cuanto a la producción energética, los paneles transforman la luz solar que cae sobre ellos en electricidad. El efecto fotovoltaico genera electricidad por el contacto de dos piezas de diferentes materiales, que a su vez se encuentran expuestos por una radiación electromagnética. La energía producida es continua, por lo que no puede ser aprovechada de manera directa, para ello, estos sistemas deben contar con un inversor de corriente que la convierte en alterna, y sí es consumible de manera doméstica.
Adicionalmente, los sistemas de autoconsumo fotovoltaicos requieren de otros dispositivos, algunos para la protección y correcto funcionamiento de la instalación. Asimismo, también requieren de accesorios necesarios, como por ejemplo: cableados, anclajes, optimizadores, foco solar de piscina sin instalación, entre otros.
Es necesario mencionar que en España, gran parte de la energía de autoconsumo se debe a las instalaciones de plantas fotovoltaicas en el plano comercial e industrial, con una cuota del 23% al 56% respectivamente. Esto se debe principalmente, por las características económicas y la infraestructura que generalmente poseen.
Tipos de instalaciones solares de autoconsumo
En la actualidad existen dos tipos de instalaciones solares de autoconsumo: los que tienen conexión a la red eléctrica y los que están totalmente aislados. Las primeras, tienen la capacidad de usar la red pública como respaldo ante alguna situación de necesidad, la otra por su parte, puede operar de manera totalmente autónoma.
Hasta el momento, la instalación solar con conexión a la red eléctrica es la más popular y recomendable hasta los momentos, ya que además de estar siempre respaldada, son también más económicas. Obviamente, lo más ideal es que podamos producir suficiente energía para no depender de nadie, pero las instalaciones aisladas son un tanto más costosas y todavía es un tanto difícil predecir el consumo total.
Para entender un poco más sobre los tipos de instalaciones solares de autoconsumo, a continuación detallamos cada uno de ellos:
Instalaciones conectadas a la red
Como adelantábamos, son la opción más habitual hasta el momento, diseñadas especialmente para cubrir gran parte del consumo eléctrico y así, reducir en gran medida el consumo de energía externa. Este tipo, también lo podemos clasificar en dos grupos:
- Directo: la instalación está conectada directamente a la red eléctrica, pero consumes lo producido por el sistema de autoconsumo. En el caso de que no se consuma toda la energía producida, esta se transmitirá a través de la red pública. Por su parte, en caso de necesitar más de lo que puede producir la instalación, se alimentará de la red. A través de este mecanismo, se plantean ahorros de hasta un 50% en el pago de las facturas de luz.
- Con baterías o sistemas de acumulación: al igual que en el anterior, el usuario consumirá directamente lo producido por el sistema de autoconsumo, pero la energía que no es consumida se almacenará en baterías para su posterior uso. Con este método se pueden conseguir ahorros en la factura de luz superiores al 80%.
Instalaciones aisladas
Las instalaciones aisladas están conectadas a una red de consumo propia, no cuentan con una conexión eléctrica adicional, ni a una red de transporte o distribución. En este caso, es totalmente imprescindible el uso de baterías y acumuladores, con el fin de garantizar el suministro durante todo el día.
Con este sistema, se suele recomendar la instalación del bombeo solar, con el fin de aprovechar la energía solar para el suministro de agua por toda la vivienda. Además, se necesita de un estudio detallado de la necesidad energética para poder dimensionar las baterías, con el fin de que puedan ofrecer la mayor autonomía posible.
Principales razones para elegir una instalación solar de autoconsumo
La verdad es que a este punto, a nadie le debe caber dudas sobre instalar un sistema de autoconsumo en su vivienda u oficina. Los beneficios son tanto económicos, ambientales, y sociales. A continuación, te comentamos de manera detallada las mejores razones para elegir una instalación solar de autoconsumo.
- En nuestro país tiene uno de los índices de radiación solar más elevados de toda Europa. Elemento fundamental para que el rendimiento de las instalaciones solares de autoconsumo sea el idóneo para satisfacer las necesidades de los usuarios.
- Reduce notablemente el gasto en las facturas energéticas, en algunos casos puede disminuir hasta un 80%. Lo mejor de todo es que, existen alternativas para alquilar o financiar estas instalaciones, por lo que no se debe realizar un desembolso económico inicial muy elevado.
- Ayuda a disminuir el impacto ambiental de nuestras actividades, bajando drásticamente la huella de carbono. Sabemos que el CO₂ es el principal responsable del efecto invernadero y el cambio climático. De esta manera, estaremos colaborando en la construcción de un mundo sostenible, para que las generaciones futuras puedan aprovecharlo.
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