Home OTRAS GEOLÓGICA Reidita: el nuevo mineral descubierto en Australia

Reidita: el nuevo mineral descubierto en Australia

Un ejemplo del mineral. Vía: Universidad de Curtin.

Un nuevo mineral nunca antes visto, descrito, ni leído aparece sobre la faz de la tierra. Concretamente, en la misma Australia Occidental. Los científicos que lo han conseguido decidieron ponerle el nombre de Reidita. Y dada su escasa presencia alrededor de todo el planeta (una cantidad que ni llega al de un grano de arroz), se presume que provenga del espacio, a través de los meteoritos.

Principalmente, fue un estudiante de geología de la Universidad de Curtin quién dio con el mineral. El joven Morgan Cox se topó con su presencia al analizar el cráter Woodlleigh para el estudio de su tesis. Esta vieja estructura, producto del impacto de un meteorito, contenía pequeñas trazas de lo que ahora se conoce como reidita.

Puedes leer: Infecciones resistentes pueden curarse ¡sin antibióticos de por medio!

La reidita y los meteoritos del espacio

Esta sería una de las escasísimas ocasiones en donde se encuentra la presencia de la reidita. En todo el mundo, este mineral apenas ha sido evidenciado en países como Alemania, China y Estados Unidos. El problema de estos descubrimientos era que se hacían en cantidades exageradamente bajas. Una muestra de que la reidita en realidad, no se puede producir por sí sola en la tierra.

Reidita
Las zonas coloreadas en morado indican la presencia de reidita. Vía: Universidad de Curtin

Científicos describen la aparición del mineral, a causa del impacto de los meteoritos en la tierra. Según explicaron en The Sydney Mornning Herald, este mineral tiene su origen cuando los meteoritos golpean el suelo natural del planeta con una presión justa. Se dice que así, el zircón, mineral ya conocido y existente, se transforma y le da paso a la reidita en estos peculiares casos.

A día de hoy, la reidita se considera siempre un descubrimiento casual para los expertos. Y es que las cantidades en las que se manifiesta por lo general son tan bajas, que a veces puede resultar un milagro el encontrar este elemento microscópico.

Fuente: Sydney Morning Herald

También te puede interesar:

Francisco Mendieta el mexicano que llegó a la NASA

Salir de la versión móvil