Dos estudios recientes concluyen que los bebés nacidos de mujeres diabéticas o que sufrieron de hipertensión embarazadas, tienen alto riesgo de desarrollar autismo. Anteriormente, el autismo se ha vinculado con la diabetes tipo 3 y con la diabetes gestacional; el cual es un padecimiento momentáneo. La nueva investigación comprueba estos riesgos y extiende la relación con la diabetes tipo 1.
Detallando los registros médicos de 419.425 niños que nacieron en hospitales en California entre los años 1995 y 2012, se halló que 621 niños nacieron con diabetes tipo1. Posteriormente entre los 5827 niños que se les diagnosticó autismo, 19 tenían madres con diabetes tipo 1.
Los expertos consideran que los niños nacidos de madres con diabetes tipo 1 poseen más del doble. Y la diabetes gestacional antes de la semana 27 de embarazo en un 30%. Después de la semana 27 no se detalló ninguna secuela acerca del riesgo de autismo en la diabetes gestacional.
En lo que concierne a la hipertensión durante la gestación, expertos de la Universidad College Cork en Irlanda, hicieron una verificación sistemática. Esto a fin de examinar el vínculo entre la presión arterial y el resultado del neurodesarrollo en la prole.
Alto riesgo de desarrollar autismo
Los investigadores examinaron 61 informes sobre la relación entre el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y otras alteraciones del desarrollo. Y los tipos de presión arterial alta, abarcando la preeclampsia, una dificultad del embarazo que implica la hipertensión arterial.
Después de coordinar los resultados de 11 estudios más estrictamente orientados hacia el autismo; los investigadores hallaron que las mujeres con algún tipo de presión alta en el embarazo, tienen un hijo con autismo. Las conclusiones del estudio indican que los niños de madres que sufrieron preeclampsia, poseen un 50% más de riesgo de autismo. Estudios anteriores no han vinculado sólidamente el autismo con la preeclampsia, aunque los nuevos descubrimientos si fortalecen este nexo.
Además, los autores del estudio hallaron que la hipertensión en el embarazo también incrementa en un 29% el riesgo de TDAH. Los hallazgos destacan el requerimiento de contar con una mayor supervisión pediátrica en los bebés en riesgo por trastornos hipertensivos. Esto con el objeto de acceder una actuación anticipada que mejore el resultado de su desarrollo neurológico.
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