ESPECIAL: Autismo

Conoce algunos mitos sobre el autismo que son falsos.

Hoy en día gracias a la masificación de la información, muchas enfermedades que antes estaban satanizadas o no eran entendidas, han podido tomar una forma coherente en la mente de una gran parte de la población mundial. No obstante “una gran parte” no engloba a la totalidad de las personas. Todavía existen muchos que se apegan a los viejos mitos. Sin saber que éstos ya han sido desechados mediante pruebas científicas y análisis especializados. Tal como sucede en el caso del autismo.

Sí, esa enfermedad neurológica que afecta además el desarrollo de los niños por presentarse a una edad muy temprana. A día de hoy, grandes son los esfuerzos que se hacen para educar a las personas sobre ésta condición. Han dado resultado. Incluso la tasa de diagnósticos alrededor del mundo subió. Pues como ahora se sabe, el autismo como tal afecta de distintas maneras a quiénes lo presentan. No se muestra como un síndrome de libro que cumple con ciertas características al pie de la letra.

Pueden existir casos leves. Puede haber casos graves. Lo cierto es que hasta la actualidad, todavía rondan muchos mitos falsos alrededor de esta enfermedad. Y en este artículo te traemos los más frecuentes. Con la intención de que la información errada se siga corrigiendo.

 

Autismo y enfermedad mental son lo mismo

A día de hoy se sabe que el autismo es una condición neurológica. Se encuentra clasificado dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo. Por lo que queda claro que no es una enfermedad mental como la esquizofrenia. La persona con autismo tiene un proceso de pensamiento que funciona de manera diferente a la del resto, y nada más.

 

El autismo se esparce como una epidemia

Esta condición no se contagia de persona a persona. No es transmisible. El autista nace con su alteración neurológica. Si bien es cierto que las tasas de individuos con autismo han ido en aumento con los últimos años. Esto en parte se debe al avance en los estudios de la enfermedad. Y a la propagación de la información generalizada. La que ayuda a determinar en personas que antes no se sabía qué tenían la condición autista.

 

Una de las causas del autismo son las vacunas

Este es uno de los mitos más escuchados respecto al autismo. Y de los más falsos. Se solía atribuir el autismo a las vacunas como la triple viral (paperas, rubéola y sarampión). Porque su aplicación coincidía con la edad más frecuente en que los primeros síntomas del autismo se presentaban en las personas. Sin embargo, mediante estudios especializados se ha descartado totalmente la relación entre ambas cosas. De ser así, todos los vacunados seríamos autistas.

 

Todos los autistas son iguales

Cualquier persona en el mundo se distingue de las otras por sus propios rasgos y características. Esto no excluye a los que son autistas. Ellos también presentan diferencias, enmarcadas por sus personalidades auténticas tal y como el resto. Que presenten ésta enfermedad no quiere decir que van a tener patrones de conducta y de pensamiento idénticos. En la vida real, son tan individuales como los que no tienen éste espectro.

 

Los autistas son superdotados

Siempre se ha pensado que estas personas tienen una habilidad especial. O muestran un desempeño excepcional en ciertas áreas. Actualmente se sabe que apenas un 10% de los autistas tienen destrezas especiales. Bien sea en la música, la matemática, las manualidades, el arte o la memoria. Sin embargo, esto es debido a su capacidad de enfoque en lo que son sus obsesiones.

No es que hayan nacido con un “don”. Simplemente el que repitan una actividad continuamente aumenta su capacidad de desarrollo en la misma. Y por lo general, tienden a superar a las personas normales en cuanto a esto por estar más concentrados en ello.

 

Las personas con autismo no sienten emociones

Los autistas presentan problemas a la hora de expresar lo que sienten. Esto no quiere decir que no tengan sentimientos o emociones en su interior. Al contrario, en esta parte son tan iguales como las personas normales. Sólo que a la hora de demostrarlo su manera es totalmente diferente y fuera de lo ordinario.

 

A los autistas no les importa tener amigos

Lo dicho antes. Su manera de expresarse en el exterior suele ser dificultosa y a veces imposible de lograr. Pero esto no quiere decir que los autistas no deseen en lo más mínimo conocer personas y amigarse con ellas. Sí lo desean. E incluso llevan una lucha muy fuerte en su interior para lograrlo. Sobretodo a la hora de comunicarse, dada la baja capacidad en sus habilidades para socializar.

 

El autismo puede curarse definitivamente

Hasta la actualidad, no se ha conseguido una cura para el autismo. De por sí, ya se sabe que es un espectro con el que el individuo nace y muere. Sí es cierto que con ayuda especializada, sus manifestaciones pueden reducirse. Y su calidad de vida en lo social y familiar mejorar. Pero hasta el día de hoy, no se ha conseguido una solución definitiva para esto.

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