Una batería innovadora  que dura una década

Batería
Batería

Investigadores en EEUU han creado una nueva batería de flujo que reserva energía en moléculas orgánicas diluidas en agua.

Baterías y economía

Dicho procedimiento químico hace viable una batería no dañina, anticorrosiva y con una vida extraordinariamente larga. Asimismo, el procedimiento podría reducir considerablemente los gastos de producción.

En líneas generales, una batería de flujo es una variedad de batería recargable. En la misma, recargar es factible debido a que dos componentes químicos diluidos en fluidos e inmersos en la misma estructura y divididos por un tejido.

El intercambio de iones es lo que produce la circulación de corriente eléctrica entre los dos elementos diluidos, sucede a través del tejido referido.

Las baterías de flujo reservan la energía que elaboran en infusiones fluidas ubicadas depósitos exteriores. Entre más tamaño posean los depósitos, más energía pueden guardar.

Es por esto que por algún tiempo han sido consideradas como una viable medida de reserva de energía renovable alterna.

No obstante, de momento, estas baterías tienen un inconveniente, luego de fases de carga y descarga, disminuye su capacidad de reserva de energía, por lo que demandan restauración regular.

Actualmente, por medio de la reforma del sistema molecular empleado en las soluciones de los electrolitos positivo y negativo, han logrado proyectar una batería que se deteriora en un 1% de su capacidad en 1000 ciclos.

Comparando las baterías recargables con las baterías de litio, éstas no perduran 1000 ciclos de carga y descarga.

Debido a que las soluciones usadas en estas baterías no se corroen, para fabricar sus elementos pueden emplear equipos económicos. La disminución del valor es fundamental.

El Departamento de Energía de EEUU aspira crear una batería que almacene energía por menos de $100 por kilovatio/hora. Si se aproximan a esa meta de costos, entonces transformarán el mundo.  Resultaría beneficioso situar las baterías en muchos lugares.