Para nadie es un secreto que la demanda de los dispositivos wearable ha experimentado un ascenso notable en los últimos años, convirtiéndose en complementos cada vez más imprescindibles en nuestro día a día. Hace unos años, era poco habitual encontrar a alguien luciendo un smartwatch o una smartband. Eran piezas reservadas para los amantes de la tecnología y los gadgets. Sin embargo, la realidad hoy es muy distinta y lo vemos en las calles de nuestro país. Al menos uno de cada diez españoles posee un dispositivo wearable, y se prevé que esta tendencia aumentará considerablemente en los años venideros.
Gran parte de tal demanda, se debe principalmente a que han pasado a ser una extensión más de nuestros móviles. Y es que, con el paso del tiempo, los fabricantes se están esforzando en ofrecer equipos cada vez más útiles y duraderos. Pero, además de eso, están ganado un protagonismo especial como elemento de nuestro atuendo, reflejando una parte esencial de nuestro estilo personal.
Un claro ejemplo de lo anterior, son los Apple Watch. Como sabemos, los de la manzanita mordida les gusta hacer las cosas muy bien, y con sus relojes inteligentes no escatiman en esfuerzos. Pero hoy no queremos hablar de su funcionamiento, sino sobre un elemento estético que resulta interesante y a la vez muy útil, nos referimos a la correa Apple Watch.
Estos wearable, destacan por muchas cosas, pero el tener la capacidad de personalizarlos cuantas veces queramos y como nos guste, es algo que cualquier amante de verse bien le gustaría tener en un reloj. Precisamente por eso, quisimos preparar este artículo para explicarte las razones por la que deberías tener varias correas para tu Apple Watch.
Razones para tener varias correas para Apple Watch
Como adelantábamos el Apple Watch, es la joya de la corona de los wearables, es un dispositivo que no sólo se destaca por su funcionalidad y diseño, sino también por la versatilidad que ofrece a la hora de personalizarlo. Eso hace que estos dispositivos reinen en España. Según datos de Kantar Worldpanel, se ubica como líder en el mercado de relojes inteligentes, alcanzando un 42% de cuota de mercado en el primer trimestre de 2023.
Pero dicha popularidad no es meramente por ser un complemento de los iPhone, sino que el Apple Watch como tal es un dispositivo de mucha calidad, y que ofrece la capacidad de adaptarse al ritmo de vida de sus usuarios, permitiéndoles cambiar su apariencia en un abrir y cerrar de ojos, gracias a la diversidad de correas disponibles.
Ahora bien, muchos pensaran que tener varias correas para un wearable es simplemente una frivolidad, un capricho más de los amantes de los gadgets. Pero nada más lejos de la realidad. En un país como el nuestro, donde “no hay dos sin tres”, tener al menos tres correas se ha convertido en una costumbre extendida, y no sin razón. Estas no solo ofrecen una manera de personalizar el reloj, sino que también cumplen una función muy práctica y necesaria en diferentes contextos y situaciones.
En los próximos párrafos te explicamos esta afirmación:
1. La versatilidad de tener varias correas
Hoy en día, la versatilidad es una característica que muchos valoramos y buscamos en muchos aspectos de nuestras vidas, y en este caso con los relojes. En ese sentido, el Apple Watch ofrece la posibilidad de cambiar sus correas, pero no solo para un tema estético. Imaginemos que vamos a hacer deporte con nuestro reloj, pero en la noche tenemos una fiesta de gala. Lo ideal es que en la mañana podamos monitorear nuestra actividad con los sensores del Watch, después podamos vernos elegantes.
Esto solo es posible cambiando la correa, para la mañana usaríamos una de silicona, ideal para todo tipo de sesiones de entrenamiento. Luego, podríamos cambiar a una versión elegante de acero inoxidable o cuero vegano.
En ese sentido, tener varias correas te permite adaptar el Apple Watch a cualquier ocasión, ya sea un día de trabajo, una cena elegante, o una intensa sesión de entrenamiento en el gimnasio. En un abrir y cerrar de ojos, puedes pasar de un look casual a uno sofisticado, o de un estilo deportivo a uno de negocios. Y esto es solo la punta del iceberg, la variedad de correas disponibles es tan amplia que las posibilidades son prácticamente infinitas, cosa que podemos evidenciar en tiendas como 123watches.
2. Expresa tu estilo con correas personalizadas
“La moda pasa, el estilo perdura“, reza un viejo refrán de nuestro país. Y eso es precisamente lo que nos permiten las correas para el Apple Watch: expresar nuestro estilo y personalidad. De hecho, según Vogue España, las correas para el estos relojes se han convertido en una tendencia de moda, con diseñadores y marcas de lujo lanzando sus propias versiones. Este auge en la popularidad de las correas personalizadas es una evidencia de cómo los accesorios tecnológicos se han fusionado con la moda para permitirnos expresar nuestra identidad.
3. Cuidado y durabilidad: Beneficios de rotar correas
Ahora bien, más allá de estilo y versatilidad, tener varias correas para Apple Watch también tiene sus beneficios en términos de cuidado y durabilidad del dispositivo. Rotarlas puede ayudar a alargar la vida útil de cada una de ellas. Por ejemplo, si usamos una de cuero para todas las actividades, se expondrá a la humedad y a el sudor, lo que hará que se deterioren más rápido. Pero si la alternamos con una correa de silicona para hacer deporte, la de cuerpo se mantendrá durante mucho más tiempo.
Por otro lado, si por algún accidente o desgaste una correa se rompe, podremos seguir usando el Apple Watch sin interrupciones mientras compramos otra para sustituir la anterior, porque la verdad es que no hay nada más frustrante que tener un dispositivo que no puedes usar por falta de un accesorio.
Como hemos visto tener varias correas para nuestro Apple Watch es una inversión que merece totalmente la pena. No solo podremos adaptar al dispositivo para la ocasión que se precise, sino que es una forma de preservar su vida útil, manteniendo la elegancia y calidad que lo caracteriza. Los que tenemos un Watch sabemos que es más que un reloj inteligente, es una extensión de nosotros mismos, una manera de demostrar al mundo quiénes somos y qué nos gusta.
