El futuro del remolcador espacial para satélites

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El futuro del remolcador espacial para satélites, es el que podría inmovilizar los satélites que estén fuera de servicio. De esta forma pueden retirarlos de las órbitas clave alrededor de la tierra mediante fuerzas magnéticas.
El futuro del remolcador espacial para satélites
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Estos conjuntos de satélites están siendo considerados para futuras misiones astronómicas y de observación de la tierra. Así se podría saber si sus posiciones relativas pueden mantenerse o pueden seguir funcionando como el único telescopio gigante.
Para combatir la basura espacial, cada vez hay mas interés en sacar satélites mas completos del espacio. El mayor reto de esto es inmovilizar y asegurar los objetos, que técnicamente pesan varia toneladas, cuando se mueven a gran velocidad.
El futuro del remolcador magnético, puede ser beneficioso para profundizar a los planetas. También, a través de ella, ver su posición y tamaños mas a fondo.
Emilien Fabacher, Investigador del instituto superior de aeronáutica, ha añadido un nuevo método en la lista “la inmovilización magnética”. “cuando queremos sacar de órbita un satelite, es mucho mejor si nos mantenemos a una distancia de seguridad. Porque con eso, evitaríamos el riesgo de daños tanto en el remolcador como en los satélites remolcados” explico Emilien.
Emilien, afirmó que “la idea que estoy investigando consiste en aplicar fuerzas magnéticas para atraer o repeler el objetivo. Así se podría desplazar su órbita o sacarlo de esta completamente”. Emilien añade, “estos elementos ya se encuentran en numerosos satélites de órbita baja”.
Otros satélites similares podrían encargarse de mantener varios satélites objetivo volando en una formación precisa, Comenta Finn Ankersen, experto de la ESA en encuentros, acoplamientos y vuelos en formación. “este tipo de influencia magnética sin contacto funcionaría a partir de unos 10-15m, ofreciendo una posición de unos 10 cm.
Emilien recuerdo que el concepto surgió inicialmente de una discusión con expertos de la ESA y que tuvo la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento. “la primera sorpresa fue que, de hecho, fuera posible en teoría, al principio no estábamos seguros, pero resulto que la física ha respondido sin problemas.