Elemento del ojo la piel servirá para crear dispositivos miniaturizados

Se trata de la bioelectrónica el cual es un área de estudio que se encarga de combinar elementos electrónicos y biológicos para poder crear dispositivos miniaturizados aptos de poder modificar y gestionar las señales eléctricas dentro del cuerpo humano por medio del implante.

Uno de los objetivos radica en poder identificar y hacer factible el manejo de los elementos el cual, aparte de cargar con una conductividad electrónica (que se basa en electrones), asimismo tiene la conductividad iónica (basada en iones), en donde es elemental para la comunicación y el procedimiento de la misma entre los neurotransmisores, por ejemplo. Y es debido a que, de igual forma, son biocompatibles con el cuerpo humano.

Los estudios por parte de los investigadores  pertenecientes a la Facultad de Ciencias de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en el campus de la localidad de Bauru (São Paulo, Brasil) han conseguido ahora mismo poder crear un nuevo método el cual deja emplear la melanina, un elemento polimérico el cual tiene una pigmentación al aplicarse en la piel, los ojos y el cabello de los mamíferos, en terminales miniaturizados e inyectados, como los biosensores, señala DICYT.

Varios de esos resultados ofrecidos por los investigadores, han dado a conocer en noviembre del año pasado, en una conferencia hecha en FAPESP Week Monte video, y preparada por la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), la Universidad de la República (UDELAR) y la FAPESP.

Beneficios y desafíos de la melanina

Según han señalado los investigadores, hasta los momentos, cada uno de los materiales que se ha podido probar para la bioelectrónica fueron totalmente sintéticos. No obstante, la melanina muestra enormes beneficios debido a que, al ser un elemento completamente natural y biocompatible con el cuerpo humano, carga una potencial para el manejo en dispositivos, con la ocupación de trabajar en la interfaz entre cada neurona cerebral y electrónica.

Asimismo, uno de los obstáculos al momento de usar la melanina como un componente para el desarrollo de dispositivos bioelectrónicos está en que ese elemento (de la misma forma que otros materiales que se basan en carbono, como es el caso del grafeno) cargan con poca dispersión en un medio acuoso, lo que le cohíbe hasta hace un tiempo el manejo de la producción de películas delgadas.

De igual forma, el procedimiento tradicional de la síntesis de la melanina es bastante complicado. Se entiende por etapas donde el control es complejo, y logra incrementarse hasta unos 56 días dando como resultado unas estructuras algo desordenadas.

La melanina biosintética

Por medio de una variedad de análisis hechos en el Centro de Desarrollo de Materiales Funcionales (CDMF) -uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) ayudados por la FAPEST– Carlos Frederico de Oliveira Graeff quien es investigador y acompañado de los otros ayudantes, consiguieron melanina biosintética con una excelente dispersión en el agua y bastante parecida a la natural por medio de un nuevo camino de síntesis.

Cada procedimiento hecho para tal misión tarda algunas horas y se asienta en los ajustes de parámetros como la temperatura, y en el empleo de la presión de oxígeno para poder crear la oxidación del material.

Al emplear esa presión de oxígeno, los investigadores pudieron aumentar en el material la densidad del grupo carboxílico (que está comprendido por dos átomos de oxígenos ligados a un carbono: uno por medio de una doble unión y el otro a través de una unión común), lo que hace aumentar la solubilidad y esa sencillez de conseguir suspensiones de melanina biosintética en agua; suministrando mucho la obtención de películas finas de melanina con una gran homogeneidad y excelente calidad. A través del incremento de la densidad del grupo carboxílico, los científicos asimismo lograron una melanina biosintética parecida a la biológica.

Por medio de la ayuda de diversas instituciones de investigación de Canadá, los científicos brasileños comenzaron a emplear ese material en varias aplicaciones, como los contactos eléctricos, los sensores de pH y las células fotovoltaicas.

Asimismo, han empezado a la creación de transistores, elementos electrónicos utilizados como amplificadores o interruptores de señales eléctricas, entre varias ocupaciones.