Recientemente fueron encontrados varios restos de Mamuts y especies de hace más de 22.000 años antes de la era presente en México. Dentro de Cedral, en San Luis de Potosí, los palenteólogos tuvieron suerte hallando lo que no sabían si sería real.
Desde el 2015, Cedral es blanco de los amantes de los fósiles tras encontrar en sus terrenos una costilla de Mamut. A partir de ese momento, se abrió una investigación para explorar el terreno más a fondo, a fin de conseguir reliquias del pasado que dieran mayor información.
Hoy los resultados han dado el fruto esperado, y con creces. Al menos seis fósiles se hallaron en San Luis de Potosí. Entre ellos, los restos de un Mamut bebé, uno de doce años, un oso perezoso gigante, e incluso rastros de nuestros mismísimos antepasados.
La tierra de México en esos tiempos fue una trampa mortal para los Mamuts encontrados
Es interesante hablar un poco de lo que fue en la antigüedad éste territorio. Al menos para entender que en él existieran tantos Mamuts y demás miembros de la megafauna. En vez de tratarse de un semi desierto, San Luis de Potosí, como una parte de México, estuvo rodeado de un ecosistema rico en vegetación.
También lo estuvo por masas de agua, como riachuelos, lagos y cuencas. La misma conexión entre las aguas, creaba trampas mortales para los animales volviéndose terreno engañoso. Se estima que muchos de los Mamuts pudieran haber quedado atrapados en los lozadales, y aunque recibieran la ayuda de su manada, terminaron pereciendo dentro de las aguas.
El mismo terreno Mexicano sirvió como tierra de paso para los animales de ese entonces. Ellos migraban desde el sur hacia el norte y del este al oeste. Nuestros ancestros también estaban incluidos en este paquete. Los restos apuntan a que incluso se beneficiaban de lo que les dejaban los despojos de los animales. Artículos como pieles y colmillos se usaron para sobrevivir a las temperaturas hostiles.
Además de que fueron encontrados estos restos tan importantes, también pasaron por inspección. Mediante un fechamiento utilizando radiocarbono, se pudo determinar que esas criaturas en México, sobrevivieron incluso la Edad de Hielo. Y es que el tiempo que se les calcula es de 8.000 años atrás. Semejante data es muy temprana para lo que se creía que fue el siglo en que estos animales se extinguieron.
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