Juan de la Cierva inventor del helicóptero

Juan de la Cierva Inventor
Juan de la Cierva Inventor

Juan de la Cierva, nació en España, en septiembre del año 1895. Es el ingeniero insigne precursor del helicóptero. Al principio fue llamado el autogiro y con el pasar del tiempo progresó. Juan de la Cierva era aplicado y tenaz en la aeronáutica. También era un ingeniero civil de gran popularidad, experto en puertos, caminos y canales.

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Asimismo, era parte de una familia de ingenieros. Y ayudó de manera significativa a la industria militar. Igualmente fue un político reconocido. Murió en diciembre de 1936 y años más tarde, se le concedió el título de “Conde de la Cierva”.

El autogiro posee alas pegadas a un rotor superior. Esta gira solo por el trabajo de viento. Su energía de arranque y lanzamiento no se ejecuta por las palas de rotor, sino por una hélice convencional de avión.

Del mismo modo, el rotor no está acoplado a este motor. Sino que “autogira” inducido por el aire, alcanzando así su sustentación. El rotor articulado sería posteriormente usado para el desarrollo del helicóptero, donde el motor sí está acoplado a las palas.

Juan de la Cierva fundó su empresa The Cierva Autogiro Company

Posteriormente se radico en Londres en 1925. Fundando su propia empresa The Cierva Autogiro Company, donde el proyectista era el director técnico. Con una expansión productiva del autogiro en Estados Unidos y en Alemania por medio de varias sucursales. Siempre realizando perfeccionamientos al autogiro. Como el rotor de dos articulaciones, introducido en 1927. Esencial para el posterior desarrollo del helicóptero.

Este ingeniero español encaprichado por la sencillez y progreso del autogiro, vivió ciertos desacuerdos con los directivos de la empresa. Estos alegaban que el español no finiquitaba un modelo para su terminante fabricación comercial. Solo trabajaba en los vuelos de promoción. Como aquel que realizó en 1928 cruzando el Canal de la Mancha al mando de una de sus aeronaves.

En el año 1932, Juan de la Cierva finaliza la afinación del mando de operación directa. Con este el piloto dominaba completamente la evolución del autogiro. Se refiere a un modelo más perfeccionado. El C.30 que se vendió en Argentina, Austria, Bélgica, Dinamarca, Italia, Yugoslavia y Unión Soviética. Sumando un total de 40 prototipos entre 1920 y 1936.

En 1932, por las virtudes conseguidas en el campo aeronáutico. Se le otorga la Medalla de Oro de la Federación Aeronáutica Internacional. Siendo estimado como una autoridad mundial en el campo de las alas rotatorias, planteando la posibilidad de diseñar un helicóptero.