La brújula magnética del cerebro de las aves

La brújula magnética de las aves
La brújula magnética de las aves

La brújula magnética del cerebro de las aves orienta sus viajes a través de la Tierra. Un grupo de investigadores descubre el misterio de la orientación de las aves. El análisis señala que las aves, tienen un sistema de pilotaje de exactitud; se ubican mediante una brújula magnética ubicada en una región del cerebro.

Recientemente, los investigadores debatían sobre el mecanismo que admitía a las aves divisar el campo magnético de la Tierra.

El análisis expone que las aves no se orientan sólo mediante el campo magnético; sino que logran “percibir” perfectamente su trayectoria. Según los investigadores, las aves tienen una brújula magnética que se halla en una región del cerebro, designada “Clúster N”, en el perímetro de los centros visuales. La región de la visión aloja esta brújula.

 

Clúster N, la clave en la brújula magnética de las aves
Clúster N, la clave en la brújula magnética de las aves

Estos estudios presumen un significativo hito en la biología sensorial; pues los mecanismos de percepción del campo magnético eran misteriosos hasta ahora.

El Clúster N, la clave en la brújula magnética de las aves

Los investigadores definen este Clúster N, es fundamental para la orientación a través del campo magnético. Esto se ha demostrado actualmente al indicar que, si se desactiva el clúster, las aves no consiguen usar su brújula magnética para orientarse.

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No obstante, la capacidad de precisar el rumbo a partir del Sol y de las estrellas se conserva intacta. El Clúster N asimismo está implicado en el proceso de datos sobre el campo magnético, según indican empíricamente los investigadores.

Los investigadores experimentaron también otras formas de distinguir el campo magnético. De esta manera, los cristales de mineral de hierro presentes en la parte superior del pico no desempeñan ninguna función de notabilidad para la brújula magnética.

A pesar de que el nervio trigémino estuviera ocioso (al ser la única conexión nerviosa entre los cristales de mineral de hierro del pico y el cerebro), los pájaros no derrocharon su capacidad para utilizar la brújula magnética.

Estos conocimientos son igualmente meritorios para el ser humano, que a frecuentemente se enfrenta con grandes cantidades de radiación electromagnética como los teléfonos móviles, las ondas de radio o de los procedimientos de obtención de imágenes clínicas.