La exposición al aire contaminado durante el embarazo altera el cerebro del bebé
Según una investigación realizada por investigadores de España y Países Bajos, se demostró que exponerse al aire contaminado en estado de gravidez puede afectar la estructura cerebral del feto. Dichas alteraciones cerebrales podrían perjudicar la concentración y el desempeño cognitivo.
Inicialmente, el análisis vinculo la exposición a la contaminación del aire y los inconvenientes con el control inhibitorio. En otras palabras, la habilidad de regularizar el autocontrol sobre las tentaciones y la impulsividad.
El estudio se llevo a cabo reuniendo mujeres embarazadas, se realizó una observación a sus 783 hijos desde el vientre. Los expertos analizaron los índices de contaminación del aire en el hogar a lo largo del embarazo. Cuando los niños tenían entre 6 y 10 años se les practicaron exámenes de neuroimagen estructural y de función cognitiva.
La exposición al aire contaminado durante el embarazo altera el cerebro del bebé
Los estudios de los datos e imágenes cerebrales arrojaron que los niños que se expusieron a índices más elevados de contaminación durante la vida intrauterina, poseían una corteza más fina en diversas áreas cerebrales de ambos hemisferios. Más concretamente, defectos en el volumen de la corteza cerebral del precúneo y la zona frontal media rostral.
Se evidenció a través del nexo existente entre la exposición a la contaminación, las modificaciones en la estructura cerebral y la carencia de control inhibitorio. Tal desgaste cognitivo a cortas edades podría suponer consecuencias importantes a futuro, tal como adicciones y trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
En referencia a los descubrimientos del estudio; los creadores apuntan que la contaminación del aire es evidentemente dañina para los pulmones, corazón y demás órganos. Pese a eso gran parte de la población nunca ha estimado las consecuencias en un cerebro en crecimiento.
El cerebro fetal es delicado, inmaduro e indefenso para resguardarse de agentes tóxicos ambientales. Los descubrimientos del estudio indican que la exposición a niveles menores a los que se creían inofensivos podría ocasionar defecto cerebral relevante.
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