La paternidad no es tan sencilla ni saludable como se creía antes

La paternidad

Definitivamente, no todo resulta en la vida de las personas como piensan dentro de su mente. El caso de la paternidad no queda exento de esto. Actualmente, en el país alemán, se comprobó que el plan familiar de las parejas no solía coincidir con el resultado final al tiempo. En el interior de los matrimonios sucedió demasiado que, aunque pensaran en tener más hijos, al final, terminaban conservando uno solo o dos si acaso.

Las proyecciones de un núcleo familiar son importantes. Determinan el alcance real que les gustaría tomar, y las percepciones que tienen de formalizar un círculo íntimo con el cual compartir buena parte de sus vidas en conjunto. Sin embargo, quedan vulnerables a lo que sucede en la realidad. Las mismas experiencias tienen el poder suficiente de modificar de cuajo cualquier planteamiento, con el simple hecho de demostrar o fisurar creencias nunca antes comprobadas.

Vivir la paternidad en carne propia hace que las parejas se replanteen la idea de tener más de un hijo

Investigadores alemanes se encargaron de hacer un seguimiento prolongado a las parejas que pensaban tener hijos, para ver su desenvolvimiento a lo largo de los primeros años. Los resultados iniciales ante el nacimiento del primogénito fueron los esperados. El bienestar mental y físico de los padres era óptimo, y recibían con encanto la llegada de su hijo. Sin embargo, con el pasar de los años, sucedían cambios.

No es difícil imaginarse por qué. Los cuidados al inicio de la paternidad, junto a la gran cantidad de modificaciones que tuvieron que hacerse en la vida de las parejas, influyeron para que replantearan sus planes a futuro ¿Tener un segundo hijo? Gran parte de las 2.016 personas encuestadas retiró la alternativa de optar por esto.

La experiencia en vida real parece ser un factor convincente para alterar las proyecciones a futuro de las familias. De manera que los planes de concebir un número de hijos terminaban siendo disminuidos considerablemente a lo largo de los años cuidando al primer bebé. Dentro de otros descubrimientos, también decrecía la felicidad y el bienestar de las parejas en los primeros años posterior al nacimiento del primogénito.

La paternidad

Cada vez se aprecian más otras cosas antes que la paternidad

Las parejas con mayor nivel educativo eran las predominantes en este grupo que decidía tener un solo hijo. Al parecer, una conciencia más amplia ayuda a entender lo que significa realmente ser padres. Y también sumerge a las parejas en reflexiones sobre el bienestar de su vida y la de quiénes los rodean.

Vivimos una época en la que se espera ver una reducción considerable de la paternidad dentro de varios países. La generación Millenial está más interesada en el autodescubrimiento, el desarrollo personal y la satisfacción de sus metas. Antes que  incluso el considerar el hecho de convertirse en padres. La misma experiencia que deja los cuidados del primer hijo, refuerza esta idea.

¿Para bien o para mal? Lo cierto es que convertirse en padres es una tarea ardua. Una que implica sacrificar muchas cosas, entre ellas, parte del bienestar personal en pro de otros. Algo que no es compatible por defecto en todas las personas como una ley universal.

Fuente: Springer Link

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