Los niños atrapados en una cueva de Tailandia finalmente han sido rescatados luego de 18 días en cautiverio. Desde el pasado 23 de junio, el suceso inundó las noticias a nivel mundial.
Todos los medios narraron la desafortunada historia del equipo de fútbol que quedó inmerso en una cueva en Tailandia. Hoy finalmente los equipos de rescate han logrado evacuar al último integrante y los han movilizado al hospital público más cercano.
Los niños atrapados en una cueva de Tailandia empezaron la trágica excursión por el cumpleaños de uno de sus integrantes
Los niños atrapados en una cueva de Tailandia tenían edades de 11 a 16 años. Conformaban un equipo de fútbol que acababa de participar en un torneo. Para celebrar su participación y el cumpleaños de uno de sus integrantes, decidieron junto a su entrenador suplente, un joven de 25 años de edad, iniciar una excursión a la cueva Tham Luang cercana a la frontera de Myanmar.
Desafortunadamente, el camino que eligieron los condujo a una cueva de paso restringido que acabó por atraparlos en su interior tras inundarse, esto a causa de las lluvias. El acceso para llegar a la cueva quedó obstaculizado. El equipo de rescate, antes de llegar al sitio, tuvo que pasar por muchos esfuerzos infructuosos.
El recorrido que podía permitirles llegar a donde estaban los niños no fue fácil de atravesar. Los buzos se vieron ante el reto de recorrer más de 4 kilómetros y pasar por espacios sumamente estrechos, desniveles, curvas escabrosas y territorios difíciles antes de dar con la localización de los accidentados.
La operación de rescate se prolongó debido al tiempo que esto tomaba. Las primeras pruebas para llegar a donde estaban incluso se cobraron la vida de uno de los rescatistas. El susodicho se quedó sin oxígeno antes de llegar al sitio, y después de recorrer a nado más de 4 kilómetros en las profundidades de las aguas.
Luego de esto, los rescatistas se volvieron más cautelosos y precavidos, más no cejaron en sus intentos. Finalmente, con cinco horas de recorrido provisto con suficiente oxígeno, encontraron al grupo atrapado dentro de la cueva. Iniciaba la operación de rescate.
“Dos profesionales llegaron al sitio, uno para instruir de forma intensiva a los niños sobre el manejo de los equipos de inmersión, y otro para dar ayuda psicológica en cuanto al manejo de situaciones desastrosas.”
Todo el procedimiento estuvo realizado minuciosamente. Para lograr la evacuación adecuada de los niños atrapados y su entrenador, se proveyó todo tipo de ayuda. Dos profesionales llegaron al sitio, uno para instruir de forma intensiva a los niños sobre el manejo de los equipos de inmersión, y otro para dar ayuda psicológica en cuanto al manejo de situaciones desastrosas como aquella. No todos los niños sabían nadar, algo que se tomó en cuenta poderosamente dentro del plan de estrategia para el rescate.
Finalmente, la evacuación dio inicio. Dentro del equipo encargado de llevar a cabo este trabajo de rescate participaron 90 buzos en total. 40 de la zona, y 50 pertenecientes a otros países como voluntarios.
Por cada niño evacuado, se contaron 9 horas de trabajo. 5 para llegar a la cueva, y 4 para salir de la misma. En total fueron 3 días intensivos de trabajo arduo para lograr sacarlos a todos de allí.
Finalmente, el 9 de julio salió el último integrante del grupo, quién fuera el entrenador suplente del equipo. Todos y cada uno de ellos fueron enviados inmediatamente al hospital de Chiang Rai. Allí se les proveyó la asistencia médica rigurosa para descartar posibles infecciones en sus cuerpos.
El joven suplente del entrenador ofreció disculpas a las familias de los afectados
El entrenador suplente, de tan solo 25 años de edad ofreció disculpas públicas a todas las familias de los niños. Por haberlos comprometido y no haber sido lo suficientemente precavido.
El suceso mantuvo en vilo a muchas personas alrededor del mundo entero. Incluso la FIFA se pronunció al respecto. Tras el rescate, ofreció entradas al Mundial de Futbol para cada uno de los niños. Sin embargo, los médicos no permiten su salida del hospital. Necesitan ser examinados por un tiempo de forma rigurosa para descartar posibles enfermedades contraídas en la cueva.
A pesar de haber sido una historia que podría haberse convertido en tragedia, la rápida actuación del equipo de rescate tailandés y la colaboración habida desde el inicio, le puso un buen final que llenó de alivio a las familias involucradas, a todos los participantes en el rescate, a los que seguían el caso atentamente, y por sobre todas las cosas a los niños atrapados en una cueva de Tailandia.
Fuente: The Guardian
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