Los movimientos antivacunación son un hecho, y gracias a ellos, muchas enfermedades anteriormente consideradas erradicadas han resurgido en el mundo actual. Es tan grave la situación, que incluso Europa ha contemplado la multiplicación de los casos de sarampión en sus tierras gracias a la falta de protección autoimpuesta por los mayores. Australia, ante ello, ha decidido tomar el toro por los cuernos. Esto declarando que los padres que no vacunen a sus hijos serán multados en su país.
Las medidas ya vienen existiendo desde hace un tiempo. “No Jab, No Play” es la primera campaña oficial del gobierno que empezó a imponer orden. En ella declararon que todo niño que no recibiera su plan de vacunación de la forma que es debida, no podría tener acceso a los colegios y por ende a la educación gratuita.
Esto es muy parecido a lo que ya de por sí impone Estados Unidos dentro de sus leyes, en la que prohíben el ingreso a los patios escolares a los niños que no estén debidamente inmunoprotegidos.
No Jab, No Pay reforzaría el movimiento pro-vacunación en Australia
Sin embargo, la medida no parece ser suficiente a ojos del país Australiano. Y es que para promover la vacunación en las familias, han lanzado la nueva campaña “No Jab, No Pay”. La misma que toca de forma directa los bolsillos de los antivacunadores.
Según esta nueva norma, a partir del 1 de julio, los padres que no vacunen a sus hijos percibirán una disminución en sus pagos de apoyo quincenales. Esto directamente a aquellos suscritos a la Parte A del Beneficio impositivo familiar, dirigido a familias cuya ganancia es de 59,10$. Los padres que no vacunen a sus hijos serán los principales afectados. Por cada hijo no vacunado, se les restará cada dos semanas alrededor de 21$ dentro del pago quincenal.
[su_quote cite=”explicó Dan Tehan, Ministro de Servicios Sociales en Australia.”]La inmunización es la forma más segura de proteger a los niños contra las enfermedades prevenibles por vacunación. Los padres que no inmunizan a sus hijos ponen en riesgo a sus propios hijos y también a los hijos de otras personas,[/su_quote]
Los padres que no vacunen a sus hijos recibirán cada vez más multas hasta obligarlos a hacerlo
La política de Australia ha girado en torno a la campaña pro vacunación con cierta agresividad. En el 2015, el gobierno canceló las exenciones religiosas. De la misma forma, a aquellos que se oponen a las vacunas por razones morales o filosóficas.
Muchos de sus estados adoptaron la campaña “No Jab, No Play” también. Para así movilizar a las familias a cumplir con el esquema de vacunación en sus hijos para poder darles educación.“No Jab, no Pay” restaría a los antivacunadores 544$ dólares anuales por cada hijo no vacunado dentro de su paga.
Los resultados con las medidas han sido positivos e impresionantes
Todo esto ha causado que al menos 246.000 niños adicionales comenzaran a ser vacunados desde entonces. La tasa de vacunación de Australia es una de las mejores, con un 92.2% en total actualmente.
Sin embargo, esto no erradica el principio de antivacunación en algunos núcleos familiares que se resisten. Una tendencia que afecta a todas las personas. Pues como se sabe, ante la aparición de una enfermedad contagiosa, el riesgo se puede esparcir en todo el territorio. A veces hasta por culpa de un solo individuo.
Fuente: IFL Science
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