Los metales pesados afectan negativamente a los pájaros

Metales pesados que esta afectando la vida de las aves
Metales pesados que esta afectando la vida de las aves

Esta científicamente demostrado que los metales pesados afectan negativamente a los pájaros, volviéndolos más agresivos. Un estudio reciente con carboneros comunes señala que la exposición a cadmio y plomo les resta vitalidad; y, al mismo tiempo, le induce a la agresividad.

El carbonero común, es una pequeña ave insectívora con un vivo plumaje amarillo se logra divisar por toda España y buena parte de Europa. La abundancia y los rasgos precisos de carácter que presenta esta paseriforme la convirtió en un elemento de estudio perfecto para los científicos de la Universidad de Amberes, en Bélgica.

Estos pretendían investigar si el consumo de metales pesados perturbaba de alguna manera la personalidad de las aves, tal como ocurre en los seres humanos. La exposición a estas sustancias tóxicas provoca en las personas desde irritabilidad y agotamiento extrema hasta depresión.

Los investigadores belgas registraron los hábitos de carboneros comunes que vivían junto a las instalaciones de la compañía Umicore; una refinería y fundición de metales con bastantes muestras de plomo y cadmio, entre otros contaminantes.

Carboneros comunes una de las especies afectada por los metales pesados
Carboneros comunes una de las especies afectada por los metales pesados

La experimentación radicó en capturar 250 ejemplares de diferentes instalaciones (más próximos y más distantes a las instalaciones fabriles); e inspeccionar cómo era su conducta en el laboratorio. Y así descubrieron que los carboneros con mayor contacto a los metales pesados se mostraban más indiferentes. El plomo y el cadmio lograron extinguir su natural afición a sentir curiosidad, a explorar el ambiente.

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Las modificaciones que los metales pesados ocasionan en las aves

Pero este no fue la única modificación en la personalidad. En la segunda etapa del estudio, marcaron a los ejemplares capturados y los regresaron a su ambiente original. Donde observaron sus hábitos y reacciones no solo ante los estímulos naturales; sino además ante otros incitados por los investigadores, como meter un pájaro de peluche en sus nidos o la reproducción de cantos grabados para hacerles creer que les observaba un competidor.

Así lograron evidenciar que los machos más agresivos frente a la carnada eran precisamente los que vivían más cerca de las instalaciones de Umicore. De una forma semejante, las hembras vecinas a la refinería eran las que manifestaban una conducta más protectora en sus nidos.

Resumidamente: el plomo y el cadmio tornaban a los carboneros comunes, más disminuidos e irritables. Y esta perturbación de carácter, según los científicos, los hace más endebles ante sus depredadores.

Infortunadamente, los metales no son la única amenaza alimenticia para las aves. Más del 80% de las especies marinas han agregado el plástico (bolsas, tapones de botellas) en su dieta frecuente.

Aparentemente, lo confunden con comida debido al olor: al descomponerse los desechos en el mar, los microbios forjan una sustancia aromática llamada sulfuro de dimetilo. Y al tragar el plástico, las aves consiguen sufrir obstrucción intestinal, intoxicación o malnutrición