Afortunadamente para los que pasamos gran parte de nuestras vidas en una oficina, el pesado y aburrido diseño de hace décadas de estos espacios está quedando totalmente en el pasado. Las grises moquetas, las luces frías de neón y las paredes desnudas se han reemplazado poco a poco por ambientes que respiran vida, calidez y, sobre todo, personalidad. Las oficinas y espacios de trabajo de antaño parecían enfocarse únicamente en la funcionalidad, dejando de lado el bienestar y la comodidad de los empleados.
Los gerentes, administradores, dueños de empresas y decoradores de oficinas han entendido que para lograr una mayor productividad se requiere convertir esos lugares tan aburridos en espacios cómodos, armónicos y en ocasiones, hasta divertidos. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Exeter, la introducción de elementos decorativos y de diseño en el espacio de trabajo puede aumentar la productividad en un 17% y la creatividad en un 32%.
Cada vez más, las empresas buscan generar un sentido de pertenencia entre sus empleados. La idea es simple: si las personas se sienten como en casa, serán más felices, más productivas y, en última instancia, más leales a la empresa. Estamos en la era de las oficinas que se sienten como el hogar, y esta tendencia no muestra signos de desaceleración.
En este artículo, queremos estudiar cómo esta revolución del diseño de oficinas ha tomado forma, y además, reunimos algunos consejos clave para aquellos que deseen implementar esta tendencia y transformar sus espacios de trabajo en lugares donde cada trabajador quiera pasar su tiempo.
¿Por qué las oficinas deberían sentirse más como el hogar?
En las últimas décadas, la dinámica laboral ha cambiado radicalmente. Con el auge del sector tecnológico a finales de los años 90 y principios de los 2000, empresas punteras como Google o Apple comenzaron a experimentar con conceptos de diseño radicalmente distintos para sus oficinas. Buscaban no solo espacios funcionales, sino lugares que impulsaran la creatividad y el bienestar de sus empleados.
Esta corriente, lejos de ser una simple moda pasajera, ha ido afianzándose y evolucionando con el tiempo. En esta transición, el mobiliario de oficina dejó de ser un mero elemento funcional para convertirse en un elemento decorativo y distintivo, capaz de reflejar la personalidad y cultura de una empresa.
Hoy en día, la distinción entre el espacio doméstico y el laboral se difumina aún más, especialmente con el incremento del teletrabajo a raíz de situaciones globales como la pandemia de COVID-19. En este contexto, las oficinas que se sienten como el hogar se han posicionado como una solución ideal para mantener elevados niveles de productividad, sin renunciar al confort y a la sensación de pertenencia.
Veamos algunos de los principales beneficios de que las oficinas se sientan como hogares para los trabajadores:
- Aumento de la productividad: un entorno confortable puede mejorar la concentración y la eficiencia de los trabajadores.
- Bienestar emocional: los espacios que recuerdan al hogar reducen los niveles de estrés y aumentan el bienestar general.
- Fomento de la creatividad: un ambiente relajado y hogareño puede ser el caldo de cultivo perfecto para ideas innovadoras.
- Retención del talento: los trabajadores valoran positivamente las oficinas que les ofrecen un ambiente acogedor, lo que se traduce en menor rotación.
- Flexibilidad y adaptabilidad: estos diseños suelen ser modulables, permitiendo adaptarse a las necesidades cambiantes de la empresa.
- Refuerzo de la cultura corporativa: un diseño que refleje la personalidad y valores de la empresa puede fortalecer el sentido de pertenencia entre los empleados.
Claves para conseguir que las oficinas que se sienten como el hogar
Transformar una oficina en un espacio que evoque las sensaciones de hogar no es una tarea sencilla, pero es crucial para mejorar el bienestar y la productividad de los empleados. Tras reconocer los múltiples beneficios de las oficinas que se sienten como el hogar, el reto se encuentra en identificar y aplicar las claves que convierten un espacio laboral en un lugar cálido y acogedor.
Reunimos algunos puntos claves, que de acuerdo a especialistas, pueden ser ese punto de partida para alcanzar un diseño ameno y funcional:
1. Elección de mobiliario confortable
Como adelantábamos el mobiliario juega un papel determinante en la percepción de un espacio. Si queremos llevar nuestra oficina al siguiente nivel de la comodidad, es esencial elegir muebles que, además de ser funcionales, ofrezcan el confort similar al de un salón. Sofás mullidos, sillas ergonómicas o mesas de madera pueden aportar ese toque hogareño sin sacrificar la eficiencia laboral.
2. Inclusión de elementos naturales
La naturaleza tiene un efecto calmante y revitalizante en las personas. Incorporar plantas, ya sean grandes o pequeñas, en la decoración de nuestra oficina puede aportar frescura y vida al ambiente. Además, optar por materiales naturales como madera o piedra en suelos y paredes potencia esa sensación hogareña, creando espacios más cálidos y auténticos.
3. Colores y tonalidades para transmitir calidez
La elección de la paleta de colores es fundamental cuando se desea oficinas que se sienten como el hogar. Según un estudio realizado por la Universidad de Texas, colores como los beiges, grises suaves o tonos pastel pueden aumentar la productividad y reducir el estrés en los trabajadores. Al incluir colores en la decoración de la oficina, es esencial que estos tonos generen un ambiente sereno y acogedor. Pintar una pared en un tono suave o añadir textiles de colores cálidos pueden hacer la diferencia.
4. Espacios flexibles y zonas de descanso
En el hogar, disponemos de diferentes áreas para diversas actividades. Reflejar esta versatilidad en la oficina es esencial. Crear zonas de descanso o espacios flexibles donde los empleados puedan relajarse o incluso trabajar de manera más informal potencia el sentimiento de confort.
5. Iluminación cuidada y personalizada
La iluminación tiene un impacto directo en el bienestar y la eficiencia. Un informe de la Lighting Research Center en Nueva York destaca la importancia de combinar la luz natural con soluciones de iluminación artificial suaves y regulables. En nuestra oficina, podemos añadir lámparas de pie, de mesa o luces indirectas que ofrecen un ambiente más íntimo y hogareño, a la vez que garantizan una iluminación adecuada para las tareas laborales.
El diseño de oficinas que se sienten como el hogar ha sufrido una evolución drástica en las últimas décadas, y no muestra signos de detenerse. De los rígidos y estructurados cubículos de antaño, pasamos a espacios abiertos, zonas de descanso y ahora, oficinas con un toque hogareño.
En el reciente estudio del Instituto de Diseño de Interiores de Londres, se revela cómo los elementos geométricos forman parte de la decoración de las oficinas, reflejando una fusión entre modernidad y confort. A medida que la sociedad avanza y las demandas laborales cambian, es seguro que el diseño de oficinas seguirá adaptándose, buscando siempre el equilibrio entre productividad y bienestar.
