En España, las tarifas de electricidad han experimentado un incremento notable en los últimos años, una tendencia que refleja un desafío creciente tanto para hogares como para empresas. Este aumento en los costes de energía ha llevado a una búsqueda activa de alternativas más económicas y sostenibles, particularmente en el ámbito de la iluminación. Según datos recientes, la dependencia de fuentes de energía convencionales en España y la Unión Europea está en una fase de transformación, con un enfoque creciente en las energías renovables y tecnologías eficientes.
Entre estas innovaciones destaca el tubo solar de luz natural. Aunque su concepto no es nuevo, su popularización se disparó alrededor de 2010, cuando Solatube, el principal fabricante, liberó su patente. Esto abrió la puerta para que otras empresas líderes en el sector, desarrollaran sus propias versiones de esta tecnología.
En este artículo, exploraremos en profundidad la rentabilidad de los tubos solares de luz natural, una solución innovadora y sostenible que está ganando popularidad. Abordaremos cómo estos dispositivos pueden transformar la manera en que iluminamos nuestros espacios, tanto en entornos domésticos como industriales.
¿Todavía no conoces los tubos solares de luz natural?
Estos dispositivos se comercializan desde hace mucho tiempo, pero como hemos mencionado, el auge de su popularización llegó aproximadamente el año 2010 con la liberación de su patente. Desde ese momento, otras multinacionales como Velux o Doinglight se lanzaron al sector de las energías renovables y el aprovechamiento de los recursos naturales para sacar su propia versión del tubo solar.
Por supuesto no han faltado tampoco los sitios web dedicados a este maravilloso producto que desde un punto de vista mas imparcial tratan de ofrecer una opinión mas cercana y veraz a la vez de contar con experiencias de profesionales instaladores que ya lo han instalado. Este es el caso por ejemplo de TuboSolar.net.
¿Cómo funciona el tragaluz de luz natural?
El funcionamiento del tubo solar realmente es muy sencillo, se trata principalmente de 3 elementos conectados entre si que son:
- La cúpula, el tramo de tubo y el difusor de luz natural. El primero de todos (la cúpula) es instalada sobre la cubierta o tejado dependiendo si es una instalación particular (chalets, viviendas unifamiliares) o una cubierta de nave industrial por ejemplo….
- El segundo sería el mismo tramo de tubo, este existe en varias medidas, principalmente en 25cm, 50cm y el mas usado 1m. Se trata de conectar tantos tubos como sean necesarios hasta llegar a la estancia que queramos iluminar. Es importante conocer en este aspecto que existen curvas que nos permiten salvar en un momento dado posibles obstáculos en el recorrido del trayecto.
- Y por último tenemos el difusor que será el encargado de esparcir la luz por la estancia, principalmente formada por un aro y un plafón abrirá la luz para repartirla bien por la habitación, salón, cocina, trastero o sea cual sea la estancia que necesitemos iluminar con luz natural.
¿Es rentable entonces comprar un tubo solar?
La respuesta a esta pregunta es rotundamente si, veamos que beneficios nos puede aportar comprar un tubo solar de luz natural.
Tratándose del ámbito doméstico adquirir un tragaluz para iluminar cualquier estancia de nuestro hogar repercutirá directamente en el ahorro energético, por lo tanto en el consumo eléctrico reduciendo así el importe final de la factura de la luz.
Podremos iluminar cualquier estancia de nuestra casa tenga la superficie que tenga. Desde pequeñas espacios como baños o trasteros hasta salones o pasillos, todo dependerá del diámetro de tubo que escojamos, siendo que a mayor diámetro mayor capacidad lumínica.
En el apartado saludable, es bien sabido los beneficios que la luz natural aporta a nuestro cuerpo en general pero especialmente a nuestra visión y piel. Mas concretamente la luz natural o mejor dicho la vitamina D nos ayuda a regular nuestro ritmo circadiano, que es responsable de regular por ejemplo la hormona del sueño, promoviendo un mejor descanso.
En el apartado industrial la mayor diferencia con la luz eléctrica es sin duda de nuevo el ahorro de electricidad, pudiendo ahorrar en un caso de estudio “estándar” hasta 4.000€ al año en electricidad.
En el apartado saludable nada tiene que ver trabajar bajo luz natural en comparación con los típicos focos eléctricos de 200W, 300W o 500W. El rendimiento y la producción de los equipos humanos de almacén, pero también de oficinas aumentará significativamente al evitar cansancio visual, migrañas y todas las molestias derivadas que producen la luz artificial.
