5 tipos de calderas según la energía que usan

tipos de calderas según la energía que usan

En otros artículos hemos hablado que, la humanidad siempre ha trabajado activamente para desarrollar tecnologías que nos permitan estar cómodos y con el bienestar posible, incluso en lugares donde las condiciones climáticas sean severas. La calefacción entonces, es posiblemente la tecnología más importante que hemos desarrollado en ese sentido, permite que familias enteras puedan vivir bien, sin importar el lugar en donde se encuentren, ni la temporada que haga.

Si hablamos de sistemas de calefacción, las calderas se han convertido en el elemento más importante para climatizar millones de hogares en el mundo, aunque también tiene diversas aplicaciones a nivel industrial.

Las calderas llevan ya un buen tiempo con nosotros, de hecho datan de finales del Siglo XIX, cuando estaba en pleno auge la revolución. Y desde ese momento, hasta la actualidad han evolucionado notablemente, siendo cada vez más eficientes y menos contaminantes. Sin embargo, la esencia es prácticamente la misma, un mecanismo que calienta agua a través de una energía por la combustión de algún elemento.

Hoy en día existen una gran variedad de calderas (calderas de condensación, eléctricas, con biomasa, etc.) , que se diferencian principalmente en el combustible que utilicen para producir energía. En este artículo, queremos mostrarte los distintos tipos de calderas según la energía que usan.

Tipos de calderas según la energía que usan

Las calderas se han convertido en la forma de calefacción más usada en nuestro país. Si bien es cierto se están implementado otros sistemas como el calentador de gas, el termo eléctrico y el termosifón por mencionar algunos, las calderas siguen siendo una de las opciones predilectas en la península, principalmente las que usan gas como combustible.

Sin más dilación, conozcamos los tipos de calderas más populares:

1. Calderas de gasoil

El combustible usado para impulsar este tipo de calderas es el gasoil. Se trata de un hidrocarburo líquido derivado del petróleo, usado fundamentalmente para arrancar ciertos tipos de motores y como combustible para calefacción.

Las calderas de gasoil destacan sobre otras por ser mucho más económicas, además tienen un mantenimiento bastante sencillo. Por otro lado, requieren de un espacio especialmente reservado para instalar el depósito del combustible.

Son ideales para casas grandes, locales y naves de gran tamaño, ya que pueden calentar todo el espacio en poco tiempo. Sin embargo, su aplicación más recomendada es en zonas donde no llegue el suministro de gas u otro combustible un tanto más eficiente y menos contaminante. Debido a que estas son las calderas más contaminantes del mercado, requieren de elevadas medidas de seguridad, al ser el gasoil un combustible muy volátil.

2. Calderas de biomasa o de pellets

Posiblemente sea el sistema de calefacción más ecológico que existe, ya que usa combustibles producidos únicamente con componentes orgánicos y biodegradables, como por ejemplo pellets, leña, huesos de aceituna, astillas, etc. 

Se trata de una opción bastante amigable con el ambiente, sin embargo, el rendimiento de este tipo de calderas es inferior a cualquiera producido por los combustibles fósiles. Además, requiere de amplios espacios de almacenaje para guardar la materia prima, el cual debe estar lejos de cualquier fuente de humedad, porque lo estropearía. Por otro lado, los costos de instalación también son mayores a los demás. 

3. Caldera Solar

Siguiendo con las opciones de calderas ecológicas, es necesario darle un espacio a las calderas solares, que como su nombre lo indica, se alimentan con la energía solar. Se trata también de una alternativa que aprovecha recursos renovables, reduciendo el impacto ambiental que por lo general producen los sistemas de climatización. 

Es de mencionar que, las calderas solares por lo general son híbridas, por lo que siempre cuentan con un sistema adicional de abastecimiento, bien sea combustible fósil o electricidad. Su sistema mixto nos permite disfrutar agua caliente (ACS) y calefacción, sin importar la hora del día ni el tiempo que haga. Una calefacción limpia sin emisiones al medioambiente.

Es importante señalar que, se trata como tal de un tipo de caldera, por lo que no requiere una nueva instalación sino adaptación al sistema de calefacción y ACS existente.

4. Caldera eléctrica 

Otra de las calderas que se está posicionando como una de las preferidas de los españoles son las eléctricas, principalmente en aquellas zonas donde la red de gas natural no llega. Estas funcionan con un circuito de radiadores que calientan el agua o a través del suelo radiante para generar calefacción. 

La temperatura generada por este tipo de calderas es gracias a unas resistencias que se calientan con el paso de la electricidad, y por contacto calientan el agua. Para que se active el funcionamiento, la caldera debe tener un termostato que detecte que la temperatura es inferior a la deseada. 

Las calderas eléctricas son menos eficientes que otros sistemas, además el coste de instalación y el consumo de electricidad es realmente elevado. 

5 Calderas a gas

Las calderas a gas son posiblemente la opción preferida por muchos aspectos, son las que mejor resultado ofrecen para mantener el agua y el ambiente de las estancias a una temperatura confortable. Si bien es cierto, en los primeros tipos de calderas a gas la contaminación era potencialmente mayor a los modelos actuales, eso se debía a que el sistema de gas se encontraba en la parte exterior de la caldera, ahora con las nuevas tecnologías los contaminantes del gas se han disminuido notablemente. 

Este tipo de calderas son las más usadas en edificios habitacionales, ya que tienen una eficiencia que supera el 80 y el desperdicio del gas es relativamente bajo. Debido a su gran popularidad, han surgido distintas aplicaciones, entre ellas las calderas de condensación que son las de mayor eficiencia en el mercado. 

Las calderas condensación son básicamente la forma evolucionada de las calderas de gas convencionales. Son una versión definitivamente mucho más eficiente porque aprovecha hasta el calor latente que se produce tras la condensación generada por los humos de la combustión. Es decir, además de la combustión a gas para generar energía, también se “alimentan” de la energía contenida en los humos emitido después de la combustión de los gases. 

Sin duda alguna, de los tipos de calderas son estas la mejor alternativa para implementar en nuestros hogares. Cabe mencionar que, existen modelos Smart capaces de integrarse con nuestro central domótico, lo que nos permite controlarlas de forma remota a través de cualquier dispositivo inteligente.

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