Existen nuevas especies descubiertas en el 2018. Estos descubrimientos confirman que la vida en el planeta es un factor decisivo y primitivo; y tal vez nada pueda contra ella. Podemos pensar que ya hemos descubierto todo. Sin embargo, hay mucho mundo aún por conocer. El planeta es territorio lleno de enigmas, haciendo de cualquiera un viajero en potencia, capacitado para revelar cosas actualmente ignoradas.
La extinción animal es un peligro inminente y un día puede resultar ser el último para numerosas especies. Pero no todo es muerte. La vida es un factor que define a nuestro planeta; y así lo señala el hecho de que nuevas especies se descubren cada año.
El planeta tierra es el hogar de 8.7 millones de especies, y sólo se ha descrito un 15%. Todavía estamos alejados de conocer el planeta totalmente. Miles de nuevas especies se descubren cada año: entre 15 mil y 18 mil.
Lista de las nuevas especies descubiertas en el 2018
Protista sin linaje: Ancoracysta twista: Los protistas son un reino en sí mismo, que suele hallarse en ambientes acuáticos o húmedos. Este, especialmente, no articula con ninguno de los grupos localizados anteriormente por investigadores.
Árbol solitario: Dinizia jueirana-facao: Este árbol de perfecto tronco y gran altura (40m) vive en el antiguo bosque atlántico. Una formación neotropical que pasa por Brasil, Paraguay y Argentina. Sólo se ha hallado este árbol en la Reserva Natural Vale en el norte de Espirito Santo, Brasil y, actualmente, se conoce que viven 25 especímenes.
Anfípodo de mares fríos: Epimeria Quasimodo: Este anfípodo, que se parece mucho una langosta, fue escogido en honor al personaje de Víctor Hugo, Cuasimodo, por la forma en la que se dobla. Su característica ambiente es el océano Ártico.
Orangután indonesio: el de Tapanuli: Los investigadores revelaron una población solitaria de orangutanes en el límite sur de Sumatra, en Indonesia, diferentes de las dos especies hasta el momento populares que residen dicho territorio.
Pez de las profundidades: pez baboso de Swire: este pez existe a tal profundidad en el océano Pacífico que únicamente se le logra observar con infrarrojo en su ambiente. Fue apresado a profundidades de casi 8 mil metros; casi el límite en el que un pez consigue vivir, que es de 8,200m.
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