Científicos hacen funcionar cerebros de cerdos sin sus cuerpos

Cerebros de cerdo

Varios científicos provenientes de la Universidad de Yale lograron mantener vivos cerebros de cerdos previamente decapitados durante al menos 36 horas. Esto, por más increíble que suene, ha sido confirmado por la revista Technology Review en una de sus publicaciones.

Dentro de la misma, narran la historia al completo. Aunque sin ser demasiado detallistas. Concretamente, los investigadores dispusieron de 100 a 200 cerebros porcinos a los cuales sacaron el máximo de provecho. No para diseccionarlos, sino para reactivarlos fuera de la cabeza de sus dueños. Para lograrlo, se valieron de sangre artificial en un circuito de bombeo que simuló su sistema circulatorio cerebral.

Ya no se necesitará ni siquiera de un cuerpo para que los cerebros de animales funcionen dentro de los laboratorios de investigación

Ésta estrategia recibió el nombre de BrainEx. Consiste en la implementación de diversos tipos de conexiones mediante sondas conectadas a un circuito limitado. De esta manera, se añade un compuesto parecido a la sangre, para brindar el oxígeno que las células del cerebro necesitan.

Cerebros de cerdo

El resultado fue maravilloso. Lo mismo que escalofriante si no nos quitamos de la mente que se tratan de órganos sin portadores vivos. Dentro de cada cerebro, se evidenció que existían miles de células que se mantuvieron activas, saludables, y con capacidades suficientes para trabajar como normalmente harían en la cabeza de un cerdo.

Dentro de las conclusiones a las que llegaron distintos investigadores, está el hecho de que si bien los cerebros se mantenían activos, esto no implicaría que no hubiese un daño celular considerable que les impidiese llegar a más. El proceso de por sí es muy complejo. Además, no hace exactamente que el órgano sirva como recurso de trasplante entre individuos de la misma especie. No es lo mismo que añadir mini-cerebros humanos en forma de organoides dentro de ratones.

Sin embargo, se cree que aún así, dicho método pudiera implementarse en otros órganos siguiendo el mismo principio. En materia de simulación o recursos para estudiar a fondo la biología, resulta grandioso y sumamente útil, no nos queda duda. Para otros motivos más avanzados y utópicos como los trasplantes de cabeza, sí que existen muchas reservas.

 

Fuente: Technology Review

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