En abril, por primera vez en la historia registrada. El nivel promedio mensual de CO2 en la atmósfera superó las 410 partes por millón (ppm). Esta tendencia podría conducir a decenas de miles de muertes relacionadas con la contaminación. Además, provocar desastres naturales, como los huracanes, sean más poderosos y frecuentes.
Las ciudades tienden a tener niveles más altos de dióxido de carbono, debido a un fenómeno conocido como “cúpulas de CO2”. Poniendo a los residentes de la ciudad en riesgo de efectos adversos para la salud.
Nuestra especie ha podido rastrear los niveles de CO2 hace 8,000 años. A partir de estas observaciones, sabemos que la atmósfera y el aire que respiramos nunca han tenido tanto dióxido de carbono como lo hace hoy en día.
Los científicos lo saben desde hace mucho tiempo. Pero según un nuevo hallazgo del Observatorio Mauna Loa en Hawai. Los niveles de CO2 han alcanzado un punto que podría tener efectos catastróficos en la salud humana.
Si bien este nuevo récord es peligroso para el planeta en general. Podría ser aún peor para las zonas urbanas, donde vive más de la mitad de la población mundial.
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El nivel promedio mensual de CO2 actual pone en riesgo las zonas urbanas
Según un estudio de la Universidad de Stanford, las cúpulas de CO2 pueden tener un impacto local drástico. Ya que empeoran los efectos de los contaminantes atmosféricos localizados que causan enfermedades respiratorias.
El autor principal del estudio, Mark Jacobson, estima que el efecto ya está causando de 300 a 1,000 muertes en ciudades estadounidenses cada año. Esa cifra es probablemente más alta para las ciudades en los países en desarrollo. La mayoría de la comunidad científica está de acuerdo en que existe una relación entre el cambio climático.
Además, el aumento de los niveles de CO2 y fenómenos naturales como las olas de calor, el aumento del nivel del mar y las supertormentas. A medida que el mundo ve un aumento en los niveles de CO2. Las ciudades costeras, desde la ciudad de Nueva York a Shanghai se arriesgan aún más a las inundaciones debido a las mareas de tormenta.
Estos hallazgos resaltan la necesidad de un enfoque regional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente dentro de las áreas urbanas.
