Una posible cura podría estarse gestando para darle fin a el resfriado común de una buena vez por todas. Esta enfermedad en particular es una de las más usuales de encontrar. Actualmente no existe persona alguna que no se haya enfrentado a los virus que la causan, principalmente el Rinovirus. Ahora, gracias a ciertos estudios, podría estar a punto de llegar el final de estos patógenos tan molestos.
La ventaja que suelen tener los virus del resfriado común es su capacidad para mutar. Cambiando su material genético constantemente, sortean el sistema inmunológico de las personas, afectándolas. Algo que en el caso de los que sufren asma o afecciones respiratorias se vuelve un problema, siendo más vulnerables a los efectos del virus.
Un grupo de científicos de Reino Unido reportó un estudio en el que pudieran haber descubierto la solución a este problema. En él, explican la existencia de un compuesto capaz de interactuar con cierta enzima encontrada en el cuerpo humano. ¿Qué tiene que ver con el virus? La respuesta está en su proceso de replicación y mutación.
El virus de el resfriado depende de una enzima producida en nuestro organismo
Dentro de su ciclo de vida, el virus del resfriado suele utilizar una enzima del cuerpo humano para crear una cubierta alrededor del material genético que desee replicar. Esta enzima es una de las tantas encargadas de unir ácidos grasos y proteínas. La capa protectora de los virus necesita de ambos componentes para así estar asegurada.
El compuesto del que hablan los científicos es capaz de interactuar con esta enzima, disminuyendo sus funciones. Quitándole la posibilidad al virus de tener una cubierta para sus genes, se detiene su replicación, y por ende, su vida acaba en ese momento.
No obstante, los científicos apenas han hecho las pruebas de efectividad en células dentro de sus laboratorios. Todavía queda un largo recorrido para que se convierta en la medicina definitiva para los resfriados. Y es que para poder desarrollarse y ser aprobada mundialmente, necesitará atravesar diversas pruebas. Primero, con animales, para descartar que presente toxicidad, y luego de convencerse, en humanos. Quizá en unos años comencemos a olvidar progresivamente que el resfriado existe.
Fuente: The Guardian
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