Emily Roebling líder del puente de Brooklyn

Puente de Brooklyn gracias a la supervisión de Emily Roebling
Puente de Brooklyn gracias a la supervisión de Emily Roebling

Emily Roebling fue la primera mujer ingeniera de campo y transformarse en líder técnica del puente de Brooklyn. Luego que su marido, Washington Roebling, quedará paralítico y no pudiera continuar trabajando. En ese instante, su esposa Emily asumió la responsabilidad en numerosas de las tareas del jefe de ingenieros; incluyendo la inspección diaria y la gestión de proyectos.

Emily, se transformó en los ojos y los oídos de su esposo a pie de obra. Comunicaba las instrucciones a los ingenieros y recogía informes de los mismos. Alcanzó los conocimientos obligatorios para examinar el trabajo; visitaba la obra cotidianamente y preparaba informes técnicos relacionados con la jornada de la construcción. Así se prolongaron las cosas durante unos cuantos años.

El tiempo ayudo a Emily Roebling compenetrarse en el tema de las construcciones

Desarrolló una gran comprensión acerca de la resistencia de materiales, análisis de tensiones, construcción de cables de acero, cálculo de curvas catenarias. Estos los perfeccionó con los estudios preliminares que había alcanzado de forma autoinstruida en construcción de puentes.

Emily Roebling y su constancia en la construcción del Puente de Brooklyn
Emily Roebling y su constancia en la construcción del Puente de Brooklyn

Roebling decidió situar su cama cerca de una ventana desde la cual lograba distinguir la obra y a los obreros con un telescopio. Desde su habitación advirtió levantar las torres paulatinamente hasta conseguir 83 metros; casi la altura del chapitel de la iglesia de la Trinidad, el edificio más alto de Nueva York en aquella época. En la construcción de cada torre se tardaron cinco años.

Emily y su marido planearon en conjunto la construcción continua del puente. Sin embargo, ella fue la que estaba encargada de contender con políticos, ingenieros opositores y todos aquellos vinculados al trabajo en el puente. Hasta el punto de que las personas creían que era exclusivamente ella quien había diseñado el puente.

Gracias a su compromiso el puente de Brooklyn se perfeccionó en 1883, y actualmente podemos disfrutar de la placa que honra a Emily Roebling y a su esposo.

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