Giovanna Castro Salas. Así se llama la ingeniera industrial venezolana egresada de la Universidad de Carabobo (Venezuela), que ayudó en el desarrollo del proyecto de las cápsulas de rescate para salvar la vida de los niños atrapados en la cueva de Tailandia.
La ingeniera, es Gerente de Calidad de la empresa americana Wing Inflatables C.A, encargados de la producción de equipos marinos y botes, para organizaciones tan importantes como la misma Marina estadounidense y otras compañías alrededor del mundo.
Castro se graduó como ingeniera industrial en la Universidad de Carabobo, Venezuela. Posteriormente, viajó a Estados Unidos para realizar un máster durante el año 2014. Tras terminar sus estudios, fue contratada por Wing Inflatables C.A como Program Manager, donde prestaría sus servicios hasta la actualidad.
La ingeniera venezolana participó en el plan B de rescate de los niños atrapados en la cueva de Tailandia
Durante el rescate de los niños en la cueva tailandesa, Castro fue contactada por la empresa de Elon Musk, Tesla y Spacex, con la intención de contratar sus servicios para el desarrollo de 13 cápsulas que ayudaran a sacar de la cueva al equipo de fútbol infantil. La misma María comentó la historia a su familia:
[su_quote]Familia ayer participe en una de las cosas más increíbles, temprano en la mañana el dueño de Tesla y SpaceX llamo a Wing para que diseñara y fabricara unas capsulas para sacar a los chamos del equipo de fútbol de Thailandia que están en la cueva atrapados. Enseguida nos pusimos a correr a hacer un prototipo. Lo llevamos a la piscina para probarlo y luego Space X nos dio luz verde para hacer más. Hicimos 13 cápsulas. Y salimos corriendo a montarla en el avión privado de Space X. Fue todo súper emocionante y bueno trabajamos mucho ayer hasta las 8:30 de la noche.[/su_quote]
La ingeniera venezolana María Castro documentó las pruebas de los prototipos y les hizo los chequeos de calidad
El proyecto de las cápsulas de rescate se consideró como el plan B dentro de los operativos. Elon Musk explicó que se trataría de 13 cápsulas metálicas alargadas en forma de bala. Dichos instrumentos estarían conectados con gruesos tubos con el oxígeno necesario para facilitar el transporte de los niños. Especialmente para aquellos que no supieran nadar. Luego de las pruebas realizadas por Wing Inflatables, se pudo comprobar su efectividad dentro de la cueva.
Si bien Castro no estuvo involucrada en el diseño como tal de las cápsulas, fue la encargada de documentar las pruebas de los prototipos, así como realizar los chequeos de calidad y supervisar la logística del proyecto.
Afortunadamente, gracias a los esfuerzos de todo, el rescate fue un éxito. A día de hoy, los menores se encuentran internados en el hospital de Chiang Rai en buenas condiciones de salud, esperando el descarte de infecciones en sus cuerpos para poder ser egresados.
Fuente: Lagomarshipping
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