La momia de un niño es hallada en México

La momia de un niño
Vía INAH

No hace mucho un descubrimiento volvió a hacer que México llamara la atención. Y no, esta vez no por un terremoto, o un meteorito. Recientemente, el Instituto de Antropología e Historia avisó su descubrimiento: dentro del estado de Tamaulipas, hallaron la momia de un niño. El encuentro habría sido en la cueva La Escondida. En su interior, varios antropólogos dieron con curiosas cavidades que parecían albergar material antiguo.

Una vez revisaron a conciencia cada recoveco, lo encontraron: la momia de un niño dentro de un fardo funerario hecho de petate que permanecía entero. El mismo estaba cerrado por una vasija de cerámica invertida. Además del pequeño, los investigadores también hallaron una cesta. Dentro de la misma había 756 semillas de encino, 52 olotes de un maíz antiguo, así como 4 tallos de calabaza.

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La momia de un niño de más de 3600 años de antigüedad

La presencia de la momia de un niño se confirmó mediante técnicas especializadas. Dentro de la INAH, se realizaron tomografías computarizadas sobre el fardo para así demostrar que se trataba de un infante.

La momia de un niño
Fardo funerario encontrado en la cueva La Escondida. Vía INAH

Las características de la momia salieron a la luz: sus medidas biométricas, así como la presencia de algunos dientes apuntaron a que se trataba de un pequeño de un año y medio de edad. Sus ropas eran muy antiguas y poco estéticas, propias de una época muy separada de la nuestra.

Esta no sería la única prueba realizada. Mediante la técnica de fechado por radiocarbono, se identificó el tiempo aproximado al que perteneció alguna vez el niño. Los antropólogos lo ubican entre los años 1600 antes de Cristo y 1200 después de Cristo. Una diferencia que llega hasta los 3600 años de antigüedad.

La momia de un niño
Parte de las semillas encontradas junto a la momia. Vía INAH

La presencia de semillas y plantas ayudan a los antropólogos a ubicar el contexto del sitio. Probablemente, asumen, la cueva antes fue utilizada por diversos grupos nómadas para su resguardo temporal. Llegando incluso a ser ocupada por los primeros miembros sedentarios en la época de los recolectores y la estadía permanente en un sitio por parte de nuestros antepasados.

El descubrimiento reciente es para los investigadores de la INAH un gran avance. El objetivo que tienen dentro de la cueva es la de determinar exactamente en qué era los nativos mexicanos comenzaron el sedentarismo.

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