La muerte natural. Es algo a lo que todos aspiraríamos a llegar, en vez de fallecer en un accidente trágico o por alguna inoportuna enfermedad. Ser un anciano cuando el momento de abandonar el planeta y haber vivido muchas experiencias por lo general es lo que se sueña respecto al final de la vida. Sin embargo, ¿qué tanto sabemos de esta experiencia? Al menos, gracias a la ciencia, sabemos un poquito más. Concretamente, la velocidad de la muerte misma a nivel unicelular.
Si. Estudios científicos han estado analizando las células y su duración específica. Es un proceso que tiene nombre (apoptosis), y se entiende como una muerte programada. La misma sucede de manera natural o por factores adversos que fuerzan a las células a morir en pro a la salud del organismo.
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La velocidad de la muerte es lenta e irreversible
Para que suceda este evento tan trágico, tiene que haber una señal. Una señal determinante que dé la orden para que la célula en cuestión ponga final a su propia vida. Pues bien, la misma ha sido medida por dos biólogos de la Universidad de Stanford interesados en el estudio de la apoptosis que han llevado un análisis minucioso del proceso desde hace varios años.
Ahora, Xianrui Cheng y James Ferrell nos traen la respuesta de a qué velocidad se mueve la señal letal que da inicio irreversible a la apoptosis. Esta es concretamente de 30 micrómetros por minuto. Un estimado que describe el avance de la muerte a dos micrómetros por segundo. Visto desde la escala microscópica, es un proceso lento, aunque indetenible. Para ellos no cabe duda de que una vez se emite la orden de morir, lo demás es historia.
Un detalle bastante curioso que nos esclarece otro poco del misterio de la vida en general, desde su versión más básica: la de las células. ¿Te habías preguntado alguna vez esto? Así la respuesta sea no, ya tienes un tema peculiar en el cual pensar y comentar.
Fuente: Science Mag
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