Las dendritas: el cerebro humano es más potente de lo que pensamos

las dendritas
Según los investigadores, las dendritas son híbridos capaces de ejecutar cálculos tanto analógicos como digitales.

El cerebro humano es tan poderoso que incluso los ordenadores inteligentes recrean la imagen del cerebro humano. Por lo tanto, la definición de los principios de nuestro cerebro y sus múltiples procesos, sigue siendo objeto de numerosos estudios. Recientemente ha aparecido en la revista Science, un grupo de estudio de científicos de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) que reveló nueva información sobre el funcionamiento interno del cerebro. Este descubrimiento puede cambiar nuestra comprensión de cómo se produce el aprendizaje. El estudio examinó una cierta porción de las neuronas: las dendritas.

Estas tienen una estructura similar a la estructura de las ramas. Es decir, están conectadas con un cuerpo de células redondas llamado el soma. Se cree que las dendritas actúan sólo como guías que transmiten la actividad eléctrica desde el cuerpo celular a otras neuronas. Pero el estudio de la UCLA demostró que las dendritas pueden generar sus propios picos eléctricos.

Las dendritas pueden tener picos 10 veces más de lo que se pensaba.

Los investigadores llegaron a esta conclusión mediante el estudio de los ratones. En lugar de implantar electrodos en las dendritas, se colocaron al lado de estas. Se encontró que las dendritas eran más de cinco veces más activos que el soma cuando las ratas estaban durmiendo, y diez veces más cuando estaban despiertas.

“En la neurociencia hay una creencia común que las neuronas son dispositivos digitales. O bien generan un aumento, o no “, dice Mayenk Mehta, autor principal del estudio. “Estos resultados indican que las dendritas no se comportan simplemente como un dispositivo digital. Las dendritas realmente generan ráfagas digitales en un “todo o nada”, pero aparte de eso, muestran grandes fluctuaciones analógicas que se desvían de este tipo. Se trata de una excavación seria a los neurólogos, que por más de 60 años comparten este punto de vista.

En última instancia, esta investigación puede ayudar a los profesionales médicos a desarrollar nuevas formas de tratar los trastornos neurológicos. La investigación también podría arrojar luz sobre cómo la información pasa por nuestro cerebro.