Siempre nos ha parecido un hecho de lo más fascinante el sistema de las palomas mensajeras. Esa capacidad que tiene el mensajero de cartas más antiguo de la historia de conseguir su camino siempre, sea de ida o de vuelta. Hoy, quizá tengamos la respuesta definitiva a esta incógnita.
Y es que resulta de lo más inquietante observar mayormente en series y películas el sistema de las palomas mensajeras. Simplemente van exactamente al lugar donde deben y regresan a casa sin ningún inconveniente. Son criaturas biológicas, desconocen lo que es un mapa, y para variar, no tienen nada tan sofisticado como un GPS implantado en el cerebro. Así pues, ¿cómo consiguen realizar esta magia?
El estudio de Anna Gagliardo, realizado en la Universidad de Pisa, nos ofrece respuestas al respecto. El mismo fue publicado en el Journal of Comparative Physiology A, así como en muchos otros sitios referentes al área de la biología animal.
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Las palomas mensajeras usan el olor natural para llegar a su destino
La conclusión a la que llegó Gagliardo fue que las palomas eran capaces de encontrar su camino utilizando olores naturales. La dirección de los aromas gracias al viento podía ayudarlas a orientarse sobre el lugar al cual ir, consiguiendo que llegaran a casa, sanas y salvas.
Para comprobar esto, utilizaron en su investigación alrededor de 63 palomas, las cuales jamás habían salido lejos de su criadero. Cada una se liberó a 53 kilómetros lejos del palomar, teniendo en sus patas un dispositivo de GPS integrado. El grupo se dividió en dos. Uno expuesto a olores artificiales y otro a los olores naturales del aviar donde se criaron.
Al final del experimento, las palomas mensajeras estimuladas con olores naturales fueron las primeras en llegar a su destino. También fueron aquellas que recorrieron la distancia más corta y encontraron de primeras el camino correcto hacia el palomar. Por otro lado, aquellas que fueron estimuladas por olores artificiales no se desempeñaron demasiado bien.
[su_quote cite=”Concluyó Gagliardo.”][…] las palomas mensajeras pueden construir un mapa de navegación del entorno asociando la información olfativa transportada por los vientos al desván con las direcciones desde las cuales soplan. En el sitio de liberación, las palomas determinan la dirección del desplazamiento reconociendo los olores locales prevalentes y eligen y mantienen la dirección del objetivo utilizando un mecanismo de brújula[/su_quote]
Fuente: Jeb Biologist
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