La ingeniería presenta 10 grandes desafíos para este siglo; la reducción de la vulnerabilidad y la sostenibilidad de las condiciones de salud, son algunos de los riesgos a los que tendrán que enfrentarse. Según, la National Academy of Engineering (NAE), de Estados Unidos; se realizó una convocatoria para establecer al menos 10 retos que puedan solventarse a futuro.
Por ello, seleccionaron a expertos, ingenieros, quienes desde 2006, han planteado la creación del listado. Sin embargo, en la página web de la academia, se recibieron aportes de científicos, ingenieros y profesionales vinculados al estudio de las ciencias; así como también del público en general.
Sin embargo, la NAE, tiene la particularidad de establecer interacción con quien lo desee, a través de su portal web. Finalmente, los aportes fueron evaluados por alrededor de 50 especialistas, los temas primordiales fueron: la salud, la reducción de la calidad de vida y la vulnerabilidad.
La idea de inicio era identificar los objetivos aunado a las necesidades actuales de las personas y cómo éstas pueden ayudar al planeta Tierra a progresar.
Grandes desafíos para la ingeniería en el siglo XXI
Para los científicos, estos serían los principales desafíos planteados para este siglo:
- Accesibilidad de la energía solar
- Suministrar fuentes de energía a partir de la fusión
- Desarrollar nuevos métodos de manipulación del carbono
- Mayor acceso al agua potable
- Diseñar mejores prospectos médicos
- Prevenir ataques nucleares
- Proteger y enriquecer las herramientas virtuales
- Diseñar planes y estrategias de reconocimiento científico
En JyRingenieros afrontan el siglo XXI con fuerza para que todos los desafíos sea vean cumplidos. A pesar que, son retos que puedan solventarse prontamente, siguen requiriendo un gran esfuerzo, en especial el tema de la potabilización del agua, ya que, para nadie es un secreto que sigue siendo un flagelo importante en este siglo.
Por consiguiente, tampoco podemos omitir el tema salud, que sin lugar a dudas, es necesario atacar de raíz. Como resultado, las pandemias, siguen en ascenso, en espacial, en países donde los índices de pobreza y los controles sanitarios son deficientes, sometiendo a grandes poblaciones a el declive de su calidad de vida.
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