Los IECA (Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina) son uno de los medicamentos más utilizados en cardiología. Millones de pacientes en el mundo utilizan este tipo de sustancias para tratar su presión arterial. Así, consiguen disminuirla y cuidarse de la hipertensión. A pesar de esto, y de su efecto beneficioso para la circulación, estos medicamentos podrían ser más nocivos de lo que se piensa.
Así lo afirma un estudio publicado recientemente en The BMJ. En él, se habla de la relación existente entre el uso de los IECA y la aparición de cáncer de pulmón en las mismas personas. Según ellos; los pacientes tratados con este tipo de anti hipertensivos tienen un mayor riesgo de desarrollar tumores en los pulmones. Especialmente aquellas que tienen más de 5 años tratándose.
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Los IECA y el cáncer de pulmón
El efecto de los IECA que los harían tan peligrosos para desarrollar cáncer de pulmón radica en la producción de ciertas sustancias químicas. Estas son muy parecidas a la bradiquinina y la sustancia P que residen en los pulmones. Dichos químicos están a su vez, relacionados con el cáncer en esta zona, pues los estudios apuntan a que forman parte del tejido tumoral. La bradiquinina, por su parte, también tiene el extra en el que ayuda al crecimiento del tumor.
Al menos un millón de registros de pacientes fueron analizados para determinar esta relación. Las personas oriundas de Reino Unido, atendidas entre 1995 y 2015 con los IECA, presentaron un 14% más de casos de cáncer de pulmón; que aquellos que estaban atendidos con BRA. Del estudio se excluyeron otros factores que pudieran alterar los datos; como la edad, el sexo, el peso, el hábito nicotínico, etc.
Al final se obtuvo una diferencia no tan abismal entre ambos métodos de tratamientos y el cáncer de pulmón. Sin embargo, también fue significativo. Los efectos secundarios de medicamentos como los antihipertensivos, no han sido estudiados a profundidad. Esta podría ser una de las primeras investigaciones que revelen la magnitud de las consecuencias que por lo general, se dejan de lado.
Fuente: The BMJ
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