Los niños que juguetean con las piezas de los lego desarrollan destrezas espaciales. Al mismo tiempo poseen más posibilidades de ser ingenieros en su edad adulta. Esto lo afirman en un estudio divulgado por la Universidad de Colorado (CU) en Boulder, Estados Unidos.
Este estudio sustenta que los juegos infantiles orientados en destrezas espaciales. Como girar objetos o enlazar formas mentalmente. Crean esquemas mentales que posteriormente consiguen ser provechosamente trasladados a estudios universitarios.
“Al suministrar adiestramiento espacial a los niños desde preescolar, y al proporcionar juguetes espacialmente complicados. Les facilitamos a esos niños la ventaja de desarrollar significativas habilidades para áreas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas”. Afirmó la doctora Gold, inspectora de dicho estudio.
El grupo de científicos del Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales, con los especialistas del Colegio Carlenton en Minnesota, consultaron a 345 alumnos en sus primeros años en la universidad.
A estos alumnos le solicitaron que completasen ensayos de diferentes niveles de conflicto para establecer sus destrezas espaciales. Al mismo tiempo de preguntarles si en su niñez manipularon juguetes de construcción (lego).
Efectos de los juegos de los lego o construcción desde la niñez
Al establecer la relación entre el nivel de conocimiento espacial con sus juegos en la niñez. Gold y sus colegas hallaron que los alumnos que habían manipulado juegos de construcción antes de entrar en la escuela primaria consiguieron evaluaciones más altas que quienes desarrollaron esas destrezas tardíamente.
Fundamentalmente, la influencia de los juegos infantiles manifestó ser mayor que otros elementos. Como especialidad universitaria, rendimiento académico e incluso cantidad de cursos universitarios ya consumados.
A pesar de que otros estudios habían determinado el enlace entre juegos infantiles y destrezas espaciales entre jóvenes, Gold, asevera que su exploración es la primera que demuestra que, cuando se asume el impacto de esos juegos infantiles, las discrepancias entre géneros se esfuman.
Ese impacto, con el paso de tiempo de los juegos infantiles, es equivalente en niños de ambos sexos, según el estudio. Entre las aplicaciones prácticas del nuevo estudio figura la necesidad de suministrar más aprendizaje espacial a niñas y a jovencitas, de agregar el adiestramiento espacial en la escuela primaria, e inclusive de ampliar el adiestramiento espacial a adultos, para ayudarlos a optimizar sus destrezas en ese sentido.
“Lo que uno prefirió hacer en la vida consigue perturbar su razonamiento espacial”, expuso Gold, revelando que los adultos no precisamente deben jugar con ladrillos de plástico o videojuegos.
“Sin embargo pueden integrarse en algo espacialmente complicado. Y eso verdaderamente logra hacer un contraste”, termina de señalar Gold.
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