Nature Neuroscience: El agua podría tener sabor propio según experimento

Nature Neuroscience realizó un experimento en ratones en los que logró que a través de una luz los mamíferos acudieran a saciar su sed más de 2.000 veces por al menos 10 minutos
Nature Neuroscience realizó un experimento en ratones en los que logró que a través de una luz los mamíferos acudieran a saciar su sed más de 2.000 veces por al menos 10 minutos

El agua es un recurso universal, invaluable y el más renovable que poseemos, al menos hasta que la humanidad se acabe. Durante décadas el mundo se ha preguntado cuál es su verdadero; y aparentemente Nature Neuroscience ha dado con una de las verdades.

Como siempre el ser humano busca respuestas para todas sus inquietudes, una de ellas es sabor que posee el agua. Este tema data desde los años 330 A.C., fue Aristóteles el que dijo que el agua no tenía sabor propio; sino que lo asoció con otros alimentos que se habrían ingerido antes.

En 1920 la ciencia hizo algunas evaluaciones para descubrir cuál era el verdadero sabor del líquido que forma parte del 70% del globo. La psicóloga Linda Bartoshuk, de la Universidad de la Florida, indicó a través de sus experimentos que la saliva tenía más sabor que el agua.

Nature Neuroscience lo publicó

Durante esta semana la revista Nature Neuroscience publicó el experimento llevado a cabo por el equipo Oka. Partieron de la premisa de la existencia de insectos que detectan el sabor del agua. La prueba la harían con mamíferos.

El estudio se basó en colocar sensores que demostraran la recepción de sabores en las TRCs; células receptoras del gusta por medio de señales eléctricas.

Durante el desarrollo del estudio los nervios respondieron con el agua potable: salado, dulce, ácido, amargo y umami, fueron los detectados.

Posterior a esto fueron intercalando los interruptores de cada sabor; buscando conocer con cuál estaba más relacionado el sabor del agua.

Ácidos

Pudieron notar que una de estas relaciones era prácticamente inseparables; el ácido.

Sin embargo, tomaron la decisión de realizar un experimento paralelo en el que sometían a los ratones a luz (optogenética) cargada de sensaciones ácidas.

Explicaron que los ratones, en la búsqueda de calmar su sed, acudieron a la luz alrededor de 2.000 veces por un espacio de 10 minutos.

El experimento ha comprobado una teoría en los mamíferos; aunque no puede asegurar que el ser humano reaccione de la misma manera.

La mejor noticia es que la ciencia ahora se le ha ocurrido que incluso de esos sabores pueden existir subsabores; por lo que surge la idea que más adelante podrían llevar a cabo otro tipo de estudios.