Nuevo método para encerrar el CO2

Cada proceso convencional con el fin de almacenar el dióxido de carbono bajo tierra, lo presurizan y calientan con el fin de obtener un fluido supercrítico el cual no es ni gas ni líquido. Eso hace que sea más sencilla la inyección de CO2 bajo tierra, usualmente en viejos depósitos de aceite o gas, pero incrementa el peligro de que se logre escapar por las grietas de cada roca.

Debido a que el suelo islandés está constituido por rocas basálticas, al embutir el CO2 con agua bajo tierra, la combinación logra reaccionar con hierro, calcio y magnesio en el medio basáltico, transformándose de esta forma en minerales carbonatados como calizas.

CarbFix ha tomado el CO2 creado por la planta geotérmica de Hellisheidi, la más grande en el planeta, el cual utiliza agua calentada por un volcán con el fin de crear energía. El procedimiento crea 40.000 Tm de CO2 por año.

Esta nueva investigación ha señalado que el 95% de cada material inyectado se transformó en roca en poco menos de dos años; ninguno pensó que se trataría de algo tan veloz.

El proyecto ya estaba almacenando 5.000 Tm al año, el cual se ha transformado en el más grande del planeta. Se han puesto a trabajar nuevos equipos para este año, el cual doblaría su capacidad de guardado. Asimismo, los precios se especulan que estará en 30$ por Tm frente a esos 65$ a 100$ de los métodos tradicionales.

Debido a que el basalto se halla en un 10% de su superficie terrestre y a lo largo de todo el fondo oceánico, existen relevantes campos para poder escalar ese proyecto.

Una de las tantas críticas que se ha dado es que el agua que requiere es: de 25 Tm de agua por tonelada de carbono, sin embargo, el director del proyecto, Aradóttir, ha dicho que se puede utilizar agua salina.

Bradford Hager, quien es profesor de ciencias pertenecientes al MIT, se debe reconocer que esa opción es bastante mejor que la convencional de los fluidos supercríticos, no obstante, se piensa que la escala de tal proyecto es diminuta. Asimismo, sale a relucir que la investigación ha trabajado bien debido a que las rocas basálticas en Islandia permanecen bastante desgatadas. Existen otros tipos de basalto que no absorberán el dióxido tan ágilmente, o sea que lograrían utilizarse los fondos marinos es un tanto exagerado.

Juerg Matter perteneciente a la Universidad de Southampton en (U.K) el cual está llevando el proyecto, piensa que se lograría subir muy sencillamente pero que eso quedaría fuera de todo alcance por parte de los científicos.

Cada bajo precio no supondría el incentivo en sí mismos con el cual las compañías energéticas puedan adoptar cada tecnología de almacenaje del CO2, al menos que exista otro tipo de incentivo o penalización como por ejemplo alguna tasa sobre el carbono. “Todo político debe de elaborar un marco global de incentivos económicos. Un solo país no puede solucionar el inconveniente”.