¿Qué es y para qué sirve el recalce de edificios?

recalce de edificios

La cimentación de los edificios es la base de toda obra  y no es para menos. Esta debe ser lo suficientemente fuerte y estable para soportar todas las cargas que las construcciones reciban, bien sean “vivas o muertas”. Es por ello que al momento de fabricarlas deben ser firmes y poder canalizar de manera eficiente el peso del edificio hacia el suelo.

Los cimientos además de ser la base de un edificio, son los principales protectores de la estructura de la construcción. Asimismo, son responsables de que el edificio mantenga su forma recta durante su vida útil. Otro detalle interesante, es que básicamente la cimentación del edificio es la delimitación entre la estructura y el suelo.

En conclusión, un edificio no puede sostenerse en pie sin una buena cimentación. Desafortunadamente, por más fuertes y firmes que estas puedan llegar a ser, con el paso del tiempo, por razones naturales e incluso por otras construcciones o movimientos de terreno en las cercanías; esta puede llegar a debilitarse, poniendo en riesgo la estructura del edificio y la seguridad de todos los que allí habitan.

Afortunadamente, existen técnicas y acciones específicas que permiten solucionar cualquier problema que con el tiempo un cimiento pueda presentar. En ese sentido, el recalce de edificios tiene la función de transferir la carga que soportan los cimientos originales, hacia elementos que permitan mantener la estabilidad y la seguridad de la estructura.

En este artículo, queremos hablarte precisamente sobre el recalce como mecanismo restaurador por excelencia de edificaciones antiguas, con problemas estructurales y con alteraciones en el nivel freático del suelo circundante.

¿Qué es el recalce de edificios?

recalce de cimentos
El recalce de edificios son todas las acciones que puedan llevarse a cabo para la reparación o adecuación de los cimientos originales del mismo.

El recalce de edificios o de cimentaciones es una técnica que sirve para transferir la carga de los cimientos originales de una construcción a otros nuevos y de mayor superficie. O en todo caso, a un nivel inferior de la cota inicial de apoyo.

Dicho de otra manera, el recalce son todas las acciones que puedan llevarse a cabo para la reparación o adecuación de los cimientos de una edificación ya existente. Como sabemos, con el tiempo la fuerza y la resistencia de las construcciones se va deteriorando, algunas más rápidas que otras. Sin embargo, por lo general se necesitará recurrir al proceso de recalce para asegurar su estructura.

Antes de realizar dicho procedimiento, podemos identificar una serie de pistas y síntomas que nos permiten reconocer cuando un edificio necesitará una evaluación de los cimientos para valorar la necesidad de establecer un recalce. 

La verdad es que este procedimiento se puede realizar por una gran cantidad de síntomas, a continuación hemos reunidos los que por lo general se toman en consideración: 

  • Incorrecto diseño y ejecución del proyecto
  • Variación en el suelo entorno a la estructura
  • Aumento de cargas 
  • Debilitación de cimientos

¿Cuándo se debe realizar el recalce de edificios?

En los casos previamente mencionados se recomienda que un especialista realice un análisis detallado de la estructura para valorar y conocer el estado actual de la cimentación. Con ello, básicamente se puede determinar si será o no necesario la implementación de alguna técnica de recalce. 

Es importante señalar que cada caso responde a características totalmente diferentes, por mencionar algunas: materiales de construcción, tipos de suelo, situación geológica, entre otras. Por ello, se debe realizar un estudio exhaustivo del problema y las causas que lo ocasionaron. Solo de esa manera, se podrá determinar un diagnóstico correcto y establecer una solución ideal. 

Sin embargo, existen situaciones realmente específicas donde será totalmente obligatorio, como por ejemplo, cuando hay un incremento notable de cargas, bien sea porque se hará algún cambio de uso del edificio, construcción de nuevas plantas o porque se realizarán excavaciones de nuevos sótanos. 

Tipos de recalce de edificios

Ahora bien, es bueno saber que en función de las características del edificio, tipo de suelo en el que está situado o del origen de asiento, se necesitarán implementar diferentes técnicas de recalce, cada una respondiendo a necesidades específicas. 

A continuación, conoceremos los principales tipos de recalce de cimentación:

  • Micropilotes perforados: a través de esta técnica se trasladarán las cargas de los cimientos hacia capas más profundas. Para ello, se realizan pequeñas perforaciones de diámetros de entre 150 a 200 mm, donde se introducirán una especia de armadura tubular, la que posteriormente se rellenará de cemento. Se trata de una de las técnicas de recalce más antiguas, se usa desde 1950 y todavía en la actualidad tiene muy buenos resultados. 
  • Resinas expansivas: en este caso se inyecta una especie de resina con propiedades expansivas dentro del cimiento, esto permite que se restituyan las condiciones iniciales del terreno donde soportan todos los elementos estructurales de la edificación. El procedimiento es simple, se debe inyectar dicha resina hasta una profundidad diseñada. Cabe mencionar que, este tipo de procedimiento se controla con niveles de láser. 
  • Micropilotes hincados: es quizás la técnica menos invasiva de todas. En este procedimiento se trasladan las cargas de los cimientos del edificio a capas más profundas menos afectadas, al igual que con los micropilotes. Sin embargo, a diferencia de la anterior no requiere perforar, sino que se hinca el micropilote usando un elemento hidráulico, sin vibraciones. Esto hace que no se trasmitan vibraciones a la estructura y también es útil en trabajos de difícil acceso. 
  • Inyecciones de lechada de cemento: se trata de un proceso similar al de las resinas expansivas, pero con la diferencia de que se usa cemento, por lo que otorga mucha más rigidez y resistencia. No obstante, al no tener capacidad expansiva tendrá una consolidación en el terreno mucho menor a la de las resinas. Otra diferencia resaltante es que su alcance no se centra bajo el cimiento, sino que puede desviarse a zonas no deseadas. 

Por norma general, el proceso del recalce se  debe dividir en dos fases fundamentales. La primera, se necesita transmitir las cargas actuales a soportes provisorios. Posteriormente, se hace la trasmisión de las cargas provisionales a la cimentación nueva o reforzada. Cabe mencionar que, algunas de las técnicas antes mencionadas permiten que se pase a la segunda fase directamente. 

Como hemos visto, el recalce de edificios es una de las prácticas de ingeniería más importantes de la actualidad, permite que construcciones antiguas o edificios antiguos puedan mantenerse firmes, fuertes y seguros para la población.

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Kelvin Goyo
Agroecólogo de profesión, analista SEO por convicción, redactor por motivación y científico de corazón. Eterno estudiante de ciencias naturales, tecnologías, marketing 2.0 y economía. "No busquemos el éxito, persigamos la excelencia y el éxito nos perseguirá a nosotros"