Robots sexuales no son avalados por la ciencia

Nueva tendencia Robots sexuales
Nueva tendencia Robots sexuales

En la actualidad, los robots sexuales, son androides están destinados para satisfacer los deseos sexuales. De esta manera, podrían inducir a que este mercado progresase aún más. El inconveniente es que son publicitados de manera falaz.

Es importante resaltar que estos robots sexuales están siendo ofrecidos como un posible recurso a la disfunción eréctil. Así como para combatir la soledad y el aprovechamiento de las codiciosas del sexo. De la misma manera se ha planteado su empleo para tratar la pedofilia; e impedir ataques sexuales contra mujeres y niños.

Sin embargo, ninguno de estos empleos tiene el respaldo de una evidencia científica. Incluso, su uso quizá logre empeorar dificultades ya existentes.

Por tal motivo, los científicos refutan que no existe una base científica para promover el empleo clínico de estos robots. Expresando: “No existe certeza que afirme los beneficios para la salud. Y, consecuentemente, no podemos recomendar su uso a favor o en contra. Sugerimos al público general que sea desconfiado acerca de sus aparentes beneficios”.

Del mismo modo, estos androides actualmente solo están propuestos para un uso masculino. Igualmente, suelen plantearse como tácticas para la disminución del daño contra la violencia sexual en mujeres y niños.

No existe evidencia científica que avale el uso de estos robots sexuales
No existe evidencia científica que avale el uso de estos robots sexuales

Robots sexuales, la realidad contra las pruebas

De este modo, el hecho de que el progreso del mercado de los robots sexuales disminuya el peligro de violencia e infecciones; así como la explotación de las codiciosas sexuales es solo una especulación.

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Estos robots alcanzarían ser ventajosos ante la disfunción eréctil o la castidad obligada que presume la pérdida de la pareja. No obstante, los robots podrían agravar dificultades ya existentes. Ya que no compensan las necesidades de intimar con alguien o el deseo mutuo.

Finalmente, pese a la falta de evidencias sobre sus beneficios; los robots sexuales se expanden. Y son cada vez más económicos y tecnológicamente modernos. La precaución es rechazar el uso clínico de estos robots. Hasta tanto se hayan evidenciado científicamente sus beneficios, la disminución de daños y sus usos terapéuticos.