Stephen Hawking, un hombre sin límites

Stephen Hawking
Stephen Hawking

Stephen Hawking es uno de los hombres más emblemáticos y extraordinarios que la ciencia ha tenido. Durante casi toda vida, no solamente ha batallado con una enfermedad complicada, además ha pretendido dejar sus aportes a la ciencia. Y se ha dedicado a estudiar la teoría del universo con una pasión que pocas veces se encuentra.

A los científicos les cuesta mucho admitir sus errores. Sin embargo, Hawking ha rebatido sobre sus propias teorías y siempre ha luchado por la verdad que puede haber escondidas. Dado a los progresos que incito en el estudio del universo, es que siempre es homenajeado.

El universo sin límites

Hawking cree que el universo no tiene límites. En su momento este pensamiento iba en contra de lo que se consideraba en la ciencia.

En sus estudios  sobre el origen del universo dijo que posterior al Big Bang se formaron algunos agujeros negros. Y por eso decidió estudiarlos en profundidad.

La radiación de Hawking

Estos agujeros negros no fueron tomados en consideración en los estudios de la relatividad de Einstein. Años después Stephen Hawking decidió estudiarlos.

Determinó que el horizonte de acontecimientos de un agujero negro corresponde a los caminos de los rayos luminosos que permanecen orbitándolo. Es decir no pueden entrar, ni escapar del mismo. Lo relacionó entonces con la entropía.

La conclusión a la que llegó Hawking fue que la materia toma prestada energía del espacio creándose pares de partículas/antipartículas que una vez creadas, se separan y se vuelven a juntar aniquilándose. Si una persona lograra ver el fenómeno observaría que el agujero negro emitió una partícula, ajustado a la radiación de Hawking.

Durante su vida protagonizó muchas polémicas. En una oportunidad expresó que la Inteligencia Artificial tenía potencial para aniquilar a los humanos. Para él, la tecnología progresa más rápido que la mente humana, lo que es un inconveniente. Luego de años de incertidumbres, se declaró finalmente ateo. Manifestando que la ciencia ofrece todas las explicaciones necesarias, y por tanto, no existe Dios.