Sustitutos artificiales del azúcar pueden afectar la salud intestinal

sustitutos artificiales del azúcar

Con el tiempo se han ido desarrollando una gama amplia de sustitutos artificiales del azúcar. Bien sea con la premisa de reducir la ingesta calórica por este medio, o por razones de salud netamente. Lo cierto es que muchos de estos elementos, en realidad, resultan dañinos para el organismo. Alguno a largo plazo, otros a mediano o corto.

Lo malo es que no existe un consenso definitivo que ponga freno al consumo de este tipo de implementos. Tampoco se ha determinado oficialmente si existen algunos sustitutos artificiales que sean inofensivos. La desinformación, genera controversia respecto a este tema.

Por eso es bueno ver estudios dedicados al tema. Como el que ha sido publicado recientemente por obra de investigadores de la Universidad del Negey de Ben-Gurion y la Universidad Tecnológica de Nayang. El mismo, trata de comprobar la toxicidad de este tipo de elementos, basándose en la reacción de la flora intestinal.

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Los sustitutos artificiales del azúcar y las bacterias intestinales

Lo que hizo este grupo de investigación, fue medir la capacidad tóxica de al menos seis sustitutos artificiales del azúcar. En concreto se evaluaron el aspartamo, neotamo, la sucralosa, sacarina, advantame y el acesulfamo de potasio. Curiosamente, todos estos están aprobados por la FDA y también por la legislación europea.

Observando el comportamiento de las bacterias intestinales luminiscentes, el equipo encontró que las mismas recibían cierto grado de toxicidad de parte de los edulcorantes. Los mismos, afectaban negativamente a las bacterias, y por ende, alteraba negativamente a la flora intestinal de las personas en el estudio.

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Concretamente, cada uno de los sustitutos artificiales alcanzaba los índices de toxicidad establecidos en el estudio. Las bacterias y la microbiota en general llegaban a perjudicarse con el consumo de alimentos y bebidas aderezados con estos tipos de edulcorantes.

Los científicos señalan la importancia de reducir su consumo. Y de ser capaz, de eliminarlos de la dieta habitual de las personas. Basta tan solo 1mg de estos elementos para causar efectos negativos en las bacterias. Así pues, el reemplazar el azúcar de esta manera no es en realidad una idea muy inteligente que digamos. Para eso será mucho mejor utilizar sustitutos naturales.

Fuente: MDPI

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