Un antibiótico de la URSS conocida también como la Unión Soviética de antaño, podría ayudar en el presente a tratar las infecciones. Esto especialmente en los casos más temidos por los médicos.
Justo el escenario en el que ningún antibiótico conocido le hace efecto al microbio, y pone en riesgo la vida del paciente. Nos referimos a las infecciones resistentes, que por desgracia, cada vez son más frecuentes alrededor del mundo.
Actualmente, una de las mayores preocupaciones de las organizaciones mundiales de salud, es el consumo desmedido de antibióticos. Bien sabemos que, con el tiempo, el uso constante de estos medicamentos genera resistencia en bacterias que antes podían matarse con una simple penicilina.
Ahora, una de las soluciones podría encontrarse en un remedio de la época de la Segunda Guerra Mundial. Nos referimos a la Albomicina Delta Dos. Una sustancia que en ese tiempo, se aisló de las bacterias Streptomyces gruiseus. Era utilizada para tratar ciertas infecciones dentro de la URSS.
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El antibiótico de la URSS que está a punto de resurgir
Este antibiótico de la URSS fue famoso en su momento; al ser la medida efectiva para tratar ciertas infecciones dentro de la Unión Soviética, entre ellas, la neumonía. Así lo afirma el químico de la Universidad de Chingqing, Yun He, que ahora se encuentra involucrado en un estudio de esta medicina.
Básicamente, el grupo de científicos chinos se encuentra sintetizando a día de hoy este medicamento del siglo pasado. La albomicina delta dos podría llegar a ser una nueva opción de antibiótico. De por sí, que pueda obtenerse en laboratorios es un paso para obtener nuevas mejoras o características en el mundo farmacológico que resulten positivas.
Los estudios realizados están dando muchas cosas buenas de qué hablar de la albomicina delta dos. Parece ser eficaz en la lucha contra bacterias de índole peligrosa. Sobre todo esas que muestran resistencia contra antibióticos comunes como la penicilina y la meticilina.
De la misma forma, este medicamento muestra un rendimiento superior al de la ciprofloxacina. Especialmente contra infecciones del Staphylococcus aureus en su versión más virulenta. Sin dudas, un aliado necesario en esta época donde la resistencia frente a antibióticos comunes se convierte en un problema de salud pública de alta categoría.
Fuente: Nature
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