Es difícil erradicar creencias populares desde su raíz una vez se instalan por décadas. Y a veces, que éstas perduren, pueden causarle un daño más grande de lo que se cree a la humanidad. Así ha sucedido en estos últimos años con los movimientos antivacuna, que han hecho resurgir el sarampión en Europa.
El peligro que consiste este movimiento tiene dimensiones el doble de grandes de las que se pensaba. Y es que no hay nada más dañino que un puñado de gente que sustenta una idea con fuentes “científicas” que aunque no han sido comprobadas, ni estudiadas bajo metodologías confiables, dan la apariencia de tener bases reales.
La existencia de familias enteras capaces de privar a sus hijos de la protección inmunológica que les proporcionan las vacunas, han sido el motivo por el cual muchas enfermedades no han podido ser erradicadas.
El sarampión, la varicela, la rubéola, y otras enfermedades han desaparecido en gran proporción gracias a las vacunas
Gracias a las vacunas, el cuerpo se prepara para soportar la presencia de virus y bacterias en su interior, e incluso combatirlos más efectivamente a que estuviesen sin protección. Las vacunas preparan el sistema inmunológico. Éstas consisten en fracciones muertas o atenuadas de ciertos microorganismos que producen enfermedades como la varicela.
Una vez dentro del organismo, el cuerpo genera defensas para eliminarlos, de esta forma se graba una “memoria” traducida a la inmunidad. De tal forma que al exponerse al organismo real, el sistema inmunológico sabe defenderse. Así, las personas pasan la enfermedad con los síntomas disminuidos al máximo, o sencillamente son capaces de repelerlo.
Por las vacunas es que a día de hoy, enfermedades como el sarampión, la varicela, la rubeola, y la parotiditis han disminuido en número de casos alrededor de todo el planeta. Antes de su implementación, hace no tanto tiempo, al menos casi 1.000.000 de personas fallecían a causa del sarampión. Luego de las campañas para vacunar, esta cifra bajó drásticamente hasta solo 90.000 decesos durante el 2016.
En los últimos años las campañas antivacunación han tomado fuerza, y con ellas las enfermedades que antes se pensaban controladas
Con este informe se pensaría que al siguiente año, la cosa mejoraría incluso. En Europa, esto pintó de forma muy distinta a lo esperado. Resultados sorprendentes fueron que durante el año 2017, no hubiese más disminuciones de casos en Europa. Al contrario, que estos comenzaran a aumentar nuevamente.
En total, los brotes de sarampión se multiplicaron por cuatro dentro de todo el continente. Incluso se registraron al menos 35 fallecimientos a causa de esto. Ninguno de los afectados estaba debidamente vacunado, como era de esperarse.
Las estadísticas de este año todavía no han sido reveladas. Sin embargo, se teme que la incidencia de las campañas antivacunas continúen estropeando los progresos que se han tenido durante el siglo XXI.
Resulta lamentable que semejantes formas de pensar continúen avanzando en plena Era de la Información. Sin embargo, deja como evidencia lo fatal que puede llegar a ser la desinformación. O mejor dicho, las creencias en torno a mitos científicos.
Fuente: Euro WHO
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