Emily Roebling, la mujer clave en la construcción del puente de Brooklyn

Te has preguntado por qué en la inauguración del puente de Brooklyn la primera persona que lo cruzaba era una mujer. Se trata de Emily Warren Roebling, una figura clave en la construcción de esta importante obra de ingeniería civil.

Aunque Roebling no tenía estudios formales de ingeniería, la historia la reconocería como tal. Debido a que continuó con la importante obra y logró que se concluyera luego de que su esposo cayó en cama enfermo.

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Washington Roebling  era el ingeniero encargado de la importante obra. Sin embargo durante el desarrollo del proyecto contrajo el síndrome de descompresión, lo que le obligó a permanecer en cama.

Emily debió ponerse al frente del proyecto

Preocupado por la continuidad de la obra y la posibilidad de perder la titularidad del proyecto el ingeniero pidió a su esposa que continuará. Aunque la dama no tenía estudios oficiales había aprendido de su esposo todo sobre el campo de la ingeniería.

Era la que le acompaña a cada una de las obras. Incluso estuvo junto a él cuando el padre de éste,  John Augustus Roebling, le informaba sobre el proyecto en el que trabajaba. John era el encargado de construir un puente que uniera  Brooklyn y Manhattan.

La joven pareja, por órdenes de John, viajó a Europa para buscar toda la información necesaria sobre las nuevas técnicas de ingeniería. Pero cumplida la tarea y de vuelta a norteamerica, el padre de Washington  falleció, por esta razón debió quedar a cargo de la obra.

Sin embargo la vida les dio otra sorpresa y el propio Washington  debió tomar la obra que en principio tenía su padre, sin sospechar que caería en cama. Una vez que contrae la enfermedad le pide a su joven esposa que se encargue de todo lo relacionado con el proyecto.

Emily no lo dudó ni un segundo y se puso al frente del trabajo, guiada por las instrucciones de su esposo. De esta manera se convirtió en la primera mujer ingeniera de campo. Durante 14 años dirigió las labores, incluso peleó la continuidad del proyecto.

Un sueño que se cumplió

Aunque la mujer tenía conocimientos sobre la ingeniería, las costumbres de aquella época no le permitían estudiar la carrera. Sin embargo, esto no le impidió que sacara a flote la obra.

En el año 1883 el sueño del puente de Brooklyn era una realidad y Emily era la primera en cruzarlo a bordo de un carruaje.  En la actualidad, una placa en el puente refleja su nombre y reconoce ante la historia su participación en tan importante obra.

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