Mucho se habla de la madera y el hormigón como pilares fundamentales en la ingeniería civil y en la arquitectura, sin embargo, eso aplicaría en las construcciones antiguas. En la actualidad, las estructuras metálicas han tomado el protagonismo en esta era moderna, por algo a las grandes edificaciones las llamamos también “gigantes de acero”. Un claro ejemplo de eso, es la magnifica Torre Eiffel, siendo además de una de las primera, también la más extraordinaria de todos los tiempos. Con sus 300 metros de altura que tocan las nubes parisinas, y más de 7000 toneladas de hierro, es hoy por hoy, una de las obras más grandes de ingeniería fabricadas con estructuras metálicas.
Lo más interesante de todo es que, luego de ella se abrió un abanico de posibilidades para el mundo de la construcción, permitiéndole a arquitectos e ingenieros dar rienda suelta a su creatividad e innovación. No obstante, estos nuevos y ambiciosos diseños están también exigiendo el desarrollo de servicios de montaje de estructuras metálicas cada vez más sofisticados, capaces de afrontar los desafíos de la arquitectura moderna.
Y así ha sido, hemos sido testigos en el siglo pasado que la tecnología ha permitido que los procesos de montaje sean lo suficientemente capaces para llevar proyectos que en el pasado considerábamos imposibles. Prueba de ello viviente son, los enormes rascacielos, puentes que desafían las leyes de la gravedad y muchas otras estructuras que se han convertido en elementos fundamentales dentro de la sociedad actual.
En este artículo, queremos precisamente hablarte evolución del montaje de estructuras metálicas, desde la Torre Eiffel hasta las construcciones más vanguardistas de nuestra era. No sin antes, repasar algunas de las primeras estructuras que permitieron el posterior desarrollo de lo que hoy tenemos.
Historia del montaje de estructuras metálicas
Las primeras apariciones de las estructuras metálicas datan del siglo XVIII, con el surgimiento de la Revolución Industrial en Inglaterra. Gracias a la introducción de las máquinas de vapor y otras tecnologías más, se pudo empezar a producir de manera más intensiva el hierro y el acero, que como ya dijimos en la introducción, para nosotros son hoy por hoy los materiales fundamentales de la arquitectura y la ingeniería de la actualidad, remplazando a la madera y a la piedra, para dar paso a la nueva era de la construcción.
En la década de 1780, la construcción del Puente de Hierro en Coalbrookdale, Inglaterra, se convirtió en el primer ejemplo emblemático de este cambio. La estructura, que aún permanece en pie, empleó aproximadamente 378 toneladas de hierro fundido para su construcción, un hecho sin precedentes en la historia de la ingeniería civil. Este puente no solo demostró la factibilidad de las estructuras metálicas, sino que también ilustró su potencial para superar los límites de la construcción tradicional.
A medida que avanzaba el siglo XIX, la utilización del metal en la construcción se fue generalizando. La implementación de técnicas de montaje innovadoras y el desarrollo de nuevos materiales, como el acero, permitieron la realización de proyectos cada vez más ambiciosos. El auge de las estructuras metálicas culminó con la construcción de la Torre Eiffel en 1889, que simboliza hasta hoy la transición hacia una nueva era en la arquitectura y la ingeniería.
El papel de la Torre Eiffel en la evolución del montaje de estructuras metálicas
El genio detrás de la monumental Torre Eiffel fue el ingeniero Gustave Eiffel. Aunque inicialmente la idea de su construcción surgió como parte de una competencia para celebrar el centenario de la Revolución Francesa y la Exposición Universal de 1889, la visión de Eiffel fue más allá. Él vio la oportunidad de demostrar las extraordinarias posibilidades de las estructuras metálicas y el papel revolucionario que podrían desempeñar en la arquitectura y la ingeniería del futuro.
El montaje de la Torre fue un proyecto de ingeniería sin precedentes. Su construcción comenzó en 1887 con la preparación del terreno y la instalación de los cimientos. Luego, se erigieron cuatro enormes pilares que convergían en un único punto, una proeza arquitectónica lograda gracias a una meticulosa planificación y diseño. El acero, traído desde una fundición en la región de Lorena, fue ensamblado en el lugar con una precisión milimétrica, empleando más de 18,000 piezas individuales.
El proceso no solo fue un desafío técnico, sino también una maravilla logística. Cada componente de la estructura fue diseñado y fabricado en los talleres de Eiffel en Levallois-Perret, en las afueras de París. Antes de ser transportado al sitio de construcción, cada pieza fue marcada con su ubicación exacta en la estructura, permitiendo un montaje eficiente y preciso.
La Torre Eiffel tardó tan solo dos años, dos meses y cinco días en ser montada, un logro sorprendente para la época. En total, se invirtieron cerca de 7,8 millones de francos franceses en su construcción. Durante el proceso, intervinieron diversas disciplinas, desde la ingeniería y arquitectura hasta la física y las matemáticas, todas ellas esenciales para llevar a buen puerto este desafío monumental.
Veamos algunas de las tecnologías que surgieron con la construcción de la Torre Eiffel:
- La prefabricación de componentes de acero en talleres externos
- El uso de grúas a vapor para el montaje en el lugar de construcción
- La implementación de técnicas de montaje precisas y detalladas
- El desarrollo de métodos de análisis estructural avanzados
- La introducción de medidas de seguridad en el lugar de trabajo, como el uso de redes de seguridad.
Desarrollo y avances en el montaje de estructuras metálicas a lo largo del tiempo
El monumental logro que representó la construcción de la Torre Eiffel, sin lugar a dudas, marcó el inicio de una nueva era en el sector. Desde entonces, las estructuras metálicas han sido protagonistas de continuos avances, adaptándose a las cambiantes demandas de la sociedad y la tecnología.
Veamos qué vino de la Torre Eiffel en la evolución del montaje de estructuras metálicas:
1890 – Home Insurance Building en Chicago
Esta gran obra del montaje de estructuras metálicas se erigió en Chicago en 1885, y es considerado como el primer rascacielos del mundo. Su base fundamental fue su revolucionario sistema de marco de acero. Este diseño permitió construir edificios mucho más altos que los permitidos por las estructuras de ladrillo y madera.
Características:
- Primer rascacielos del mundo
- Innovador uso de un marco de acero
- Allanó el camino para la construcción de edificios más altos.
1931 – Empire State Building en Nueva York
El muy conocido Empire State Building, se terminó de construir en 1931, y de inmediato se convirtió en un símbolo de la capacidad humana para construir estructuras monumentales. Para su edificación se requirió un alto grado de coordinación y precisión en el montaje de su estructura de acero.
Características:
- Durante muchos años fue el edificio más alto del mundo
- Empleo de técnicas avanzadas de montaje de acero
- Incluyó medidas de seguridad innovadoras para los trabajadores.
1962 – Gateway Arch en St. Louis
El Gateway Arch, es un monumento histórico fabricando con estructuras metálicas. Si bien es cierto, se trata de una construcción conmemorativo de la expansión hacia el oeste de los Estados Unidos, su diseño y montaje representó un gran avance en la ingeniería.
Características:
- Estructura de acero inoxidable
- Forma de arco que representó un desafío de ingeniería
- Fue la estructura más alta cubierta de acero inoxidable en el mundo.
1997 – Petronas Towers en Kuala Lumpur
Estas torres fueron hasta el 2004 las más altas del mundo. Su construcción terminó en 1997 en la capital de Malasia. Se trata de uno de los proyectos que mayor desafío le ha prestado a los ingenieros y arquitectos, debido a que su diseño innovador y su ubicación en un área de alta actividad sísmica.
Características:
- Torres gemelas más altas del mundo hasta 2004
- Diseño estructural que combina acero y concreto
- Implementación de medidas de seguridad para la actividad sísmica.
2010 – Burj Khalifa en Dubái
El último hito la evolución del montaje de estructuras metálicas hasta el momento es el Burj Khalifa. Es hoy por hoy, el edificio más alto del mundo y una de las más grandes obras de ingeniería. Su está fabricada con acero reforzado y aluminio, lo que requirió técnicas de montaje especializadas.
- Edificio más alto del mundo
- Uso de acero reforzado y aluminio
- Implementación de tecnologías de montaje innovadoras para su construcción.
La evolución del montaje de estructuras metálicas desde la época de la Torre Eiffel hasta la actualidad es una manifestación tangible de la capacidad humana para innovar, adaptarse y superar límites. Las estructuras de acero han permitido que la humanidad alcance alturas antes inimaginables, desafiando la gravedad y las fuerzas naturales. A medida que continuamos avanzando hacia el futuro, no cabe duda de que estas piezas seguirán jugando un papel crucial en la conformación de nuestro entorno construido, impulsadas por los avances en diseño, materiales y técnicas de montaje. Con cada nuevo hito, seguimos redefiniendo lo que es posible, y es emocionante imaginar lo que el futuro nos depara.
